Rahm muere en la orilla tras un final apoteósico

Por momentos las peores pesadillas del PGA y el DP World Tour amenazaron con convertirse en realidad en Wentworth. Hombres del LIV como Patrick Reed, que llegó a ser líder en casa club, o Talor Gooch hacían apuestas decididas en la última vuelta del campeonato europeo de la PGA, recortado a 54 hoyos tras la suspensión de la segunda jornada por el fallecimiento de la Reina Isabel II. Reed, que tiró un -9, dejó un -14 como listón que a lo largo de la tarde se fueron comiendo varios jugadores. Uno era Jon Rahm. El otro, Shane Lowry, que se acabó llevando al agua con -17 e impidió que los LIVers, criticados en los días previos a la cita por varios buques insignia del golf europeo, se apunten otra batalla en la guerra por la cúspide del golf profesional.

Después del movimiento de Reed, el primero que sacudió realmente la tabla, llegó un órgado mayor de Rahmbo. El vizcaíno, en un trance espléndido con el putter (embocó cerca de 39 metros en total), se fue hasta los 62 golpes, diez bajo par, y abandonó el recorrido de Virginia Water (Inglaterra) en cabeza, pero también con varios de perros de presa oliendo su rastro. Siete birdies y dos eagles, -2 por los nueve primeros hoyos y un majestuoso -8 (29 golpes) por los nueve segundos, en los que cayó el único bogey del día, coronaron una vuelta imperial de Jon, que sacó varias veces el puño a pasear y murió amargamente en la orilla.

Le adelantó con su último impacto del torneo el irlandés Shane Lowry, que no falló en todo el trazado y se anotó un -7 también imponente. Arrancó la máquina con eagle al cuatro y llegado a la segunda mitad, con -4, el ganador del British Open de 2019 ya era candidato claro. Dos nuevos birdies, al 10 y al 12, empataron el resultado de Rahm. La estocada definitiva llegó en el último hoyo. Se dejó algo más de cinco metros para eagle y falló, pero el birdie y el título estaban dados. También McIlroy tuvo opciones, pero no consiguió sacarle un birdie al 17, sí al 18 en el doblete de pares 5 que cierran el campo, y claudicó.

El canario Cabrera Bello, que arrancó la última vuelta como el español mejor colocado, tiró -2 para -13, pronto fuera de la pugna definitiva, y acabó noveno. El donostiarra Otaegui, -12 con -2 en el día, fue 13º. Larrazábal y Campillo, -1 para -9 ambos terminaron en la 32ª posición.