La Generación de Oro necesita un milagro para seguir viva
El empate ante Alemania obliga a España a depender de Egipto y a golear hoy a Suiza.

No había margen de error para España en el choque ante Alemania, ya que con la derrota ante Egipto (29-30) otra nueva la hubiese dejado sin opciones. Pese al empate a 35 (15-19), las posibilidades de mantenerse en el Mundial de Polonia son tan escasas que pareceren cosa de un milagro: necesita ganar por goleada a Suiza (18:45), y esperar que Egipto derrote a Alemania (21:00). En el empate a puntos la diferencia global de tantos ahora es de 11 goles a favor de los germanos.
Con esta situación no se contaba porque cabe la posibilidad de consumarse el peor resultado de España en un Mundial Júnior de una generación que ha ganado todos los títulos posibles en cualquier competición internacional importante.
Lo cierto es que empatar ante Alemania, aunque se pudiera ganar, ya fue casi milagroso, y eso que los inicios sonreían a los españoles: en solo 16 segundos antes del minuto cinco, los germanos recibieron dos tarjetas rojas, Henri Pabst y Tim Gömmel. Pero Alemania tuvo la oportunidad de asimilarlo, ya que el partido se pospuso poco después debido a un corte de electricidad, mientras por una fuerte tormenta en Kielce.
El parón no le vino bien al equipo de Javier Fernández, mientras que Alemania encontraba en el lateral derecho Anton Preubner y el extremo izquierdo David Móré marcaron siete goles cada uno hasta el minuto 42, cuando Alemania se adelantó por siete goles (22-29).
España remontó, pero desaprovechando opciones claras de llegar antes a la igualdad: con la oportunidad de empatar, un lanzamiento lejano de Víctor Romero, a puerta vacía, se fue a la grada y Alemania atacó de nuevo, consiguiendo otra ventaja de dos goles (31-33).
España finalmente recuperó la ventaja (35-34) y tuvo la oportunidad de abrir una renta de dos goles, pero Alberto Delgado falló un penalti a 36 segundos del final; antes se habían desaprovechadò dos más (González y Barrufet). Alemania tuvo su propio penalti al final, transformado por Florian Drosten, para salvar el empate (35-35). Al menos, la labor de Barrufet, Romero y Miñambres, los más destacados de los españoles, abre una puerta a la esperanza.
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