NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLETISMO | MUNDIALES EN OREGÓN

Etiopía reina del fondo... con lío en la celebración

Tsegay gana el oro del 5.000 tras el triunfo de Gidey del 10.000, derrotando ambas a Hassan, doble oro en Tokio. Una bandera de Tigray provocó tensión en la meta.

Eugene (Oregón)Actualizado a
Tsegay cruza la meta.
Carmen MandatoAFP

Sifan Hassan aterrizaba en Eugene con la gesta de los Juegos de Tokio aún en la memoria de muchos. Oro en 5.000, oro en 10.000 y bronce en 1.500. Un desafío rayando la locura que casi cumple la sensacional carrera de fondo y mediofondo de Países Bajos nacida en Adama (Etiopía) hace 29 años. Para los Mundiales de Oregón rebajó el reto: “Sólo participaré en 5.000 y 10.000″, anunciaba. La primera prueba del calendario fue el 10.000 y Hassan fue... cuarta (30:10.56) tras la etíope Letesenbet Gidey (30:09.94), la keniana Hellen Obiri (30:10.02) y la también keniana Margaret Chelimo Kipkemboi (30:10.07). Manos a la cara, sensación de decepción... que ella misma se encargó de negar: “Tras Tokio estaba mentalmente colapsada, ni siquiera me importaba correr. Descansé durante casi 8 meses por lo que estoy muy contenta con el resultado porque mi objetivo no es estar en buena forma este año”.

Las etíopes de la final de 5.000.
Ampliar
Las etíopes de la final de 5.000.ANDREJ ISAKOVICAFP

La final del 5.000 se presentaba muy abierta con las etíopes Gidey y Gudaf Tsegay alternándose a la hora de marcar el ritmo e ir soltando a las más débiles y castigando a las más fuertes: 3:14.21 el primer mil, 6:07.56 al paso por el segundo, 9:02.79 tras el tercero y 12:00.69 el cuarto. “Ganar el 10.000 era el mayor objetivo que tenía. Ahora tengo otro sueño: ganar el oro en el 5.000″, había dicho Gidey... pero no pudo ser. Fue quinta. La tormenta se desencadenó a falta de 500 metros y a falta de 200 metros, Hassan cogió la cabeza y pareció recordar al torbellino de la cita olímpica japonesa... pero fue arrollada por trenes que le pasaban por derecha e izquierda con Tsegay en modo Shinkansen (el tren bala nipón). Victoria sin paliativos con 14:46.29. Doblete en el fondo para Etiopía, el quinto tras 2003, 2005, 2007, y 2013.

Gudaf Tsegay es levantada por el aficionado.
Ampliar
Gudaf Tsegay es levantada por el aficionado.KAI PFAFFENBACHREUTERS

La fabulosa atleta etíope, que protagonizó una situación incómoda con la irrupción de un aficionado, tras la meta, con la bandera de Tigray (región independentista del país africano que ha estado en conflicto con el gobierno federal de Etiopía). Llegó hasta Tsegay, Seyaum y Gidey, levantando incluso del suelo a la campeona del mundo. Fue detenido por seguridad y sacado del estadio por la seguridad. De hecho en las gradas y los pasillos de Hayward Field había varias docenas más de etíopes (hombres, mujeres y niños) con las mismas banderas. “Estoy feliz por este resultado y esta victoria es para toda Etiopía”, afirmaba Tsegay para finiquitar controversias. Regresando a lo deportivo, tras el brillantísimo esprint de Gudaf quedó la keniana Beatrice Chebet (14:46.75) y el bronce fue para Dawit Seyaum, compatriota de Tsegay con 14:47.36. Por su parte, Hassan entró finalmente sexta, y última del grupo que peleaba por las medallas, con 14:48.12. “Empecé a entrenar hace dos meses, he hecho lo que he podido. Estoy feliz de estar de vuelta y buscaré los oros en 2023″, afirmaba Sifan en zona mixta.