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ATLETISMO

El ‘ángel de la guarda’ de Kipchoge en el Maratón de Berlín

Claus-Henning Schulke fue una de las personas claves en el récord del mundo de maratón de Eliud Kipchoge en Berlín como aguador del atleta keniano.

Actualizado a
El atleta keniano Eliud Kipchoge recibe un bidón de manos de su aguado Claus-Henning Schulke durante el maratón de Berlín 2022.
Twitter @EliudKipchoge

El récord del mundo de Eliud Kipchoge en la maratón de Berlín con su registro de 2:01:09 deja como gran protagonista al atleta keniano por su increíble logro, aunque también hubo muchas personas que formaron parte del éxito del atleta keniano: desde las ‘liebres’ que fueron con él gran parte del recorrido hasta una de las figuras que más virales se ha hecho en las últimas horas: su aguador durante el maratón, el alemán Claus-Henning Schulke.

Schulke, triatleta alemán de 56 años, fue el encargado de ir suministrando el avituallamiento a Kipchoge a lo largo de la prueba, entregándole bidones hasta en 13 ocasiones rodando en bicicleta a cada uno de los puntos de avituallamiento. Una acción que también insuflaba ánimos a Kipchoge, tal y como transmitía la alegría y la celebración de Schulke cada vez que cumplía su cometido y, a su vez, animaba al keniano a seguir en su desafío por el récord del mundo que finalmente logró batir.

“Bottle Claus”, como ya ha sido bautizado por su labor de aguador, concedió una entrevista al diario alemán Zeit en la que analizó cómo se ha convertido en un fenómeno viral. “Todo empezó en 2018, cuando también acompañé a Eliud en su récord mundial. He hecho este trabajo durante 25 años, pero soy una persona muy emocional y se volvió viral. Hace poco leí una frase que describía bien mi labor y los ponía en perspectiva: ‘Nunca había visto tanto revuelo sobre un hombre pasándole una botella a otro hombre’”.

Schaulke también se mostró orgulloso de haber formado parte de este récord de Kipchoge. “Un récord mundial como el suyo, tal y como dijo Eliud, es un trabajo en equipo. Además de las decenas de miles de kilómetros que ha corrido, el equipo debe ser el adecuado. Es como un rompecabezas y ya solo con el mero hecho de ser una pieza de él, estoy encantado”.

El alemán destacó cómo vivió cada avituallamiento de Kipchoge. “Los gritos de ánimo me salían de forma inconsciente aunque también fueron momentos tensos para mí. Viene hacia ti Kipchoge a más de 20 kilómetros por hora y piensas ‘Ojalá vaya bien’. Es un alivio para mí cuando le doy la botella con éxito. Hubo dos momentos críticos, en el kilómetro 5, cuando iban todos juntos, y en el kilómetro 17,5, cuando le di una botella, cuando le di una botella en un segundo, pero por lo demás fue increíble. Cuando terminé mi trabajo en el kilómetro 40 respiré hondo”.

“Bottle Claus” también quiso revelar uno de sus secretos para entregarle los bidones a Kipchoge. “Tenia la suerte de conocer a Eliud ya. Nos hacemos notar de dos formas, gritando y haciendo señales al atleta, pero él debe acercarse bastante para poder coger la botella. Este año se me ocurrió un truco: me pegué el nombre del atleta en el brazo y me puse una lucecita roja en el brazo para que viese esa luz a la hora de avituallarse, como si fuera la estrella de Belén”. Así es Claus-Henning Schulke, el ‘ángel de la guarda’ de Kipchoge en su récord del mundo de maratón.