Una Final Four atípica, con cuatro equipos que no sabían lo que era levantar una Copa del Rey, concluyó este domingo con la mayor gesta posible. El UMA Antequera, un club de Segunda División, el primero que alcanzaba el formato militando en esa categoría, se proclamó campeón en el Olivo Arena de Jaén. El quinto y último Primera que dejó en la cuneta camino a un título histórico para una localidad malagueña de 40.000 habitantes y un equipo que emplea mayoritariamente a futbolistas de la casa, algunos de ellos semiprofesionales, fue el Valdepeñas (3-2). Antes cayeron Burela, Zaragoza y Ribera Navarra. Ya en las semifinales del sábado, también el Santa Coloma.

El milagro del Antequera se fraguó en una defensa solidísima, encabezada siempre por Miguel y Alvarito, dos gladiadores: el primero volvió al campo en los minutos finales tras llevarse un balonazo durísimo en la cara para contener las últimas oleadas del Valdepeñas y el segundo fue un auténtico baluarte durante todo el fin de semana. Contra ellos y contra Conejo, imperial bajo palos, se estrellaron las múltiples tentativas del equipo de Ciudad Real en la segunda parte, un auténtico ejercicio de acoso y derribo.

A ella se llegó con el 3-1 de una primera mitad en la que Lazarevic adelantó al Valdepeñas de falta. Fueron cinco minutos iniciales en los que parecía claro lo que ya se intuía a priori: que era el equipo favorito, aunque solo fuera por su categoría superior. Pero la lógica no operaba con el Antequera en esta Copa. Su ilusión, que a eso no le podía ganar nadie, arrasaba con todo. Poco después Miguel definía por debajo de las piernas de Sousa para hacer el empate y un minuto más tarde Davilillo aprovechaba un pase interior para culminar la remontada.

A dos del descanso llegó la jugada de la Copa. Una pared perfecta del Antequera encontró a Burrito, que tiró un caño sensacional y picó al palo. El rechace lo embocó Óscar. El Valdepeñas se estrelló durante los últimos 20 minutos contra la cota de malla malagueña. Solo pudo perforarla Humberto, tarde para evitar el milagro de un club modesto que nunca olvidará el 15 de mayo de 2022.

"No puedo explicarlo, solo disfrutarlo"

"Un equipo tan chico, tan modesto como el Antequera ganando la Copa del Rey... No lo voy a explicar porque no puedo, lo voy a disfrutar a tope", aseguró al término del partiro a TVE Miguel, resumiendo el sentir de un modesto fundado en 1987, con más temporadas en Segunda que en Primera, que ha alcanzado sus más altas cotas de éxito en un momento insospechado. "Cuando no tienes nada que perder no tienes nada a lo que agarrarte. Hemos sido un equipo desde el minuto uno, insuperables toda la eliminatoria", concluyó.