SALTOS DE ESQUÍ | CUATRO TRAMPOLINES

Kobayashi conquista su segundo Cuatro Trampolines

El japonés, ante la discreta actuación de casi todos sus rivales directos, decidió no arriesgar para conquistar su segunda Águila Dorada.

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Kobayashi conquista su segundo Cuatro Trampolines
CHRISTOF STACHE AFP

Con apenas 25 años, Ryoyu Kobayashi se ha ganado un hueco en la historia de su deporte. Y el japonés estuvo a punto de convertirse en leyenda de haber ganado la última cita del Cuatro Trampolines en Bichofshofen, lo que habría significado el segundo Grand Slam de su palmarés, un hito nunca visto. Pero a la hora de la verdad, el nipón no arriesgó, tiró de calculadora con dos saltos asequibles para el nivel que había mostrado durante la semana y se proclamó vencedor de la 70ª edición de la competición con un quinto puesto. Karl Geiger (3º) y Halvor Granerud (2º) escoltaron a Daniel Huber, triunfador del día, en el podio.

Varios rivales directos de Kobayashi en la clasificación general llegaban con deberes pendientes a la primera ronda por sus discretos vuelos en la calificación. Y acabaron cumpliendo. El primero en salvar los muebles fue Granerud, con un salto de 136,5 metros que le devolvió la confianza. La misma que parecía extinta en Geiger en las últimas pruebas, pero que el alemán recuperó con una tentativa sensacional de 140,5 m que ya nadie superaría en la primera ronda. El viento a favor creció en intensidad, por lo que los jueces decicieron bajar la salida dos peldaños (de la puerta 10 a la 8) de cara a los últimos diez saltadores. Entre los llamados a pelear el triunfo en Bichofshofen, Lindvik se descartó de la pelea (126 m) y Eisenbichler (133 m) y Kobayashi (133,5 m) cumplieron expediente.

En la segunda manga emergió el esloveno Lovro Kos con el vuelo más largo de todo el día, unos 144 metros que se quedaron a sólo uno del récord de este trampolín. Inmediatamente, los jueces volvieron a bajar dos peldaños la salida en pro de la seguridad de los saltadores, lo que impidó ver tentativas de distancias similares. Kobayashi optó por la vía inteligente, en vistas de que sus rivales directos estaban lejos y sólo él podía perder este Cuatro Trampolines, por lo que decidió no arriesgar con un salto calcado al primero (133,5 m).

Descartado el Grand Slam del japonés, sólo quedaba por ver el ganador, honor que finalmente recayó en un Hubert (primer podio en la Tournee), héroe local, que devolvió a Austria la victoria en Bichofshofen siete años después. Geiger, inmerso en su espiral de irregularidad, falló en su último salto con una tardía ejecución en la salida que le dejó tercero. Lo que siempre quedará en el recuerdo es la segunda Águila Dorada en el palmarés de Kobayahi, 100.000 francos suizos de premio incluidos, primer asiático en la historia que conquista dos ediciones del Cuatro Trampolines. El japonés volador pone ya el punto de mira en la Copa del Mundo...