Un Mundial huérfano

Huelva es desde hoy la capital mundial del bádminton, por donde van a pasar los mejores jugadores del planeta. Pero este Mundial que se celebra desde hoy hasta el 19 comienza huérfano, sin la gran estrella local, una Carolina Marín que hasta pone nombre al pabellón en el que se disputa la competición. "Ha sido una pena la ausencia de un icono como ella, pero arriesgar con su lesión hubiera sido una temeridad", opina Andoni Azurmendi, presidente de la Federación Española, que no obstante piensa que el torneo será un nuevo impulso para este deporte. "Es una nueva oportunidad de crecer, una motivación", asegura.

Porque la figura de la onubense es tan grande que a veces no deja ver que el bádminton español tiene el reto de seguir subiendo. "Está claro que un Mundial es una oportunidad de promoción y de que se incrementen las licencias, por ejemplo", analiza Arturo Ruiz, director técnico de la Federación, uno de los responsables de que "el nivel medio prospere", con nombres como Clara Azurmendi, Bea Corrales... Que sigan avanzando y ser cada vez más importantes. "Tenemos retos como estar cada vez más presentes en el World Tour. A corto plazo tener más jugadores en el top-100 y trabajar los dobles y modalidades de equipo", analiza.

Retos terrenales. "Es que otra Carolina es posible que no vuelva a aparecer nunca. No digo en España, sino en Europa... Me gustó una forma en la que se explicó su caso: 'Es como si un senegalés saliera por la puerta grande de las Ventas", apunta Azurmendi, que además de presidir la federación es el padre de Clara, la mejor participante española del ranking (45ª, Carolina es sexta) y suma hitos como derrotar recientemente a la número 12 y plantar cara a las mejores raquetas. La donostiarra, además, tendrá el honor de ser la primera española en competir en este Mundial de Huelva y con un reto mayúsculo: enfrentarse a la rusa Kosetskaya, 27ª raqueta mundial (desde las 9:00 en Teledeporte, que también televisará el debut del dobles mixto de Lorena Uslé y Alberto Zapico).

Una difusión que será mayoritaria en Asia, donde el presidente de la Federación destaca que llegará a "600 millones hogares" con el impacto que eso supondrá para la ciudad de Huelva. "Y una manera de mostrar la capacidad organizativa y dejar un legado", añade sobre un evento que es la tercera ocasión que se celebra en España (Sevilla 2001 y Madrid 2006).

Embajadora. "Los jugadores españoles han preparado la cita con la ilusión que supone competir en casa", opina Ruiz. Porque como recuerda Azurmendi, hasta la explosión de Carolina, oro en los Juegos de Río y tricampeona mundial, el objetivo en las citas olímpicas apenas era la clasificación. Porque nadie oculta que la baja de la andaluza ha sido un golpe, pero la propia jugadora ha confirmado que estará muy presente durante toda la semana en multitud de actos y como gran embajadora de esta competición que, a pesar de su ausencia, convierte a su Huelva en el epicentro del bádminton mundial.