A Jairzinho le vale una mano

4 minutos y 50 segundos de tedio por un 9 segundos de acción. Así se puede resumir el combate estelar del UFC Las Vegas 28 que protagonizaron Jairzinho Rozenstruik y Augusto Sakai. El primero logró el KO a falta, tan solo, de un segundo para que finalizase el primer acto. Victoria de poder que le hace mirar de nuevo alto. El peso pesado está competido, pero él vuelve al camino de los grandes combates.

Ambos tenían un alto porcentaje de nocaut (Rozenstruik superaba el 90%), por lo que ninguno quiso arriesgar de inicio. Ese respeto hizo que quizá Sakai plantease una pelea que favoreció a su oponente. Planteó con combate con movilidad constante y sin presión. Por tanto, Jairzinho solo tuvo que caminar en el centro del octágono y el desgaste fue mínimo. Fue un fallo, ya que olvidó que el de Surinam tiene un rus final de round en el que suele cambiar el devenir de los pleitos. Y volvió a suceder.

Dentro del último minuto empezó a sacar alguna mano, ya que antes no habían encadenado acciones y el más activo con el pateo fue Sakai. Rozenstruik afinó la puntería y cuando quedaban menos de diez segundos para el final, encerró al brasileño contra la jaula solo con presión. Sin escapatoria, conectó su jab y luego una derecha que impactó por encima del oido. Sakai cayó y ya en el suelo Jairzinho no tuvo piedad. Golpe duro y oponente a dormir. La campana esta vez no salvó.