El piloto catalán de skeleton Ander Mirambell acabó vigésimo primero en la séptima cita de la Copa del Mundo de la temporada 2020-21, disputada en el circuito alemán de Konigssee, donde el barcelonés compitió con un problema muscular. Mirambell notó un pinchazo en un cuádriceps en los últimos apoyos previos al salto inicial de la primera manga, en la que, pese a un error en la segunda oscilación del 'kreisel' -la curva de 360 grados del circuito-, y su posterior salida del giro, consiguió empatar con el ruso Danil Romanov y clasificarse ambos en vigésimo lugar para disputar la segunda.

"Lo fácil hubiese sido decidir no salir para proteger el cuádriceps, pero eso no va conmigo. Aunque sea a la pata coja salgo a competir, porque para mí estar encima del trineo y disfrutar de este deporte es un auténtico privilegio", dijo Mirambell, en declaraciones remitidas a EFE. En la segunda manga, el piloto explicó que la bajada fue mucho mejor, aunque tampoco pudo "trazar a la perfección la segunda oscilación del kreisel, pero la salida de esta curva ha sido más agresiva y limpia".

"El pilotaje y el tiempo han sido buenos, pero me voy con un sabor agridulce por la lesión y por no haber podido ser más competitivos. Hay días en los que los resultados no son tan importantes como las sensaciones, pero hay que estar muy satisfechos por volver a estar entre los mejores del circuito", añadió. El próximo viernes 29 la Copa del Mundo cerrará la temporada en el circuito austríaco de Igls, en Innsbruck.