Carter y Larrinaga: dos amigos chocan por el primer trono

MGZ ha vuelto con fuerza. Tras la pandemia organizó el primer show... y también hará el segundo quince días más tarde. Este sábado, en Marbella, organiza un evento de gran nivel. Kerman Lejarraga y Tyrone Nurse cerrarán la noche, pero antes habrá un título en juego. No será el primero. en Castro Urdiales Nany Suárez y Buchra El Quaissi se jugaron el Nacional del supermosca, pero no hubo campeona al decretarse combate nulo por una parada médica. Por tanto, John Carter (12-0-1, 6 KO) e Ibon Larrinaga (13-3, 2 KO) serán el primer campeón postpandemia, si no se vuelve a dar otro nulo. Ambos se juegan el Campeonato de la Unión Europea del superpluma.

La pelea, más allá de la igualdad y el choque de estilos, tiene mucha historia detrás. Carter lleva dos años esperando para disputar este título y a Larrinaga le avisaron a penas hace un mes. De hecho, el vasco debería haber peleado en Castro Urdiales. "Algo dentro de mí me decía que saldría una oportunidad buena y estaba entrenando para hacer más asaltos de los previstos", reconoce a AS. Larrinaga llega al 100%, igual que Carter. Ambos comparten equipo y tienen una buena amistad. "Preferiría haber disputado el combate contra otro, pero esto es deporte y encima del ring nos olvidaremos de todo", lamenta el granadino. Por su parte, 'Larri' piensa igual: "No me gusta pelear contra un amigo, pero estas oportunidades no se presentan muchas veces y hay que aprovecharlo".

Deportivamente, ninguno quiere el cartel de favorito: "Peleamos en Andalucía, pero la promotora es vasca y él es de allí", apunta Carter. Mientras, del otro lado Txutxi del Valle resta importancia a todo lo extradeportivo. "Soy el entrenador de Ibon y suelo salir en la esquina de John como promotor. Puedo conocer bien su estilo, pero una cosa es saberlo y otra cosa es poder frenarlo sobre el ring", sentencia. Tiene razón, y es que la igualdad es máxima sobre el papel.

Son dos estilos muy diferentes y quien imponga el suyo se llevará el triunfo. Carter siempre mete mucho ritmo y Larrinaga es un fino estilista que disfruta con las esquivas y el contragolpe. La batalla está servida, porque los dos se juegan mucho. El granadino tiene 26 años y siendo invicto, este cinturón le pondría a las puertas del Europeo absoluto. Larrinaga también se juega mucho. En esta división se siente muy cómodo (ha disputado títulos en el supergallo y en el pluma) y pretende dar un salto en los rankings. Una oportunidad y dos amigos. Solo uno despegará en Marbella.