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POLIDEPORTIVO

El deporte mira al futuro: 'Por una España con valores'

El COE y la UCAM lanzan una campaña para impregnar los valores del olimpismo en la sociedad en unas fechas en las que se debería estar pensando en Tokio.

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El deporte mira al futuro: 'Por una España con valores'
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Ahora que se habla de reconstrucción tras la pandemia, de resistir para ganar ante el coronavirus, el deporte quiere alzar la voz para ofrecer sus lecciones. “La opción de tirar la toalla no existe”, advirtió hoy Lydia Valentín en el auditorio del Comité Olímpico Español, que en estas fechas debería estar en plena ebullición con el jaleo de enviar una expedición de 300 deportistas a los Juegos de Tokio… Y, sin embargo, celebró su primer acto público desde el confinamiento de marzo para presentar la campaña ‘Por una España con valores’.

De la boca de deportistas que acumulan 19 medallas olímpicas salieron palabras como respeto, trabajo en equipo, sacrificio, lucha, juego limpio, tenacidad… Los valores que el COE y la UCAM, la Universidad Católica de Murcia que beca y ofrece estudios un centenar de alto nivel, quieren trasladar a la sociedad para levantarse. “Juntos formamos el equipo de un gran país”, recordó Alejandro Blanco. “Esta campaña sacará lo mejor de todos y lo pondremos al servicio de España. Es el momento que nos ha tocado vivir y de redescubrir valores ya olvidados para ponerlos en práctica”, animó el presidente del COE ante ellos y ante José Luis Mendoza, presidente de la UCAM. “Estáis llamados a ser ejemplo de integración social, por el espíritu olímpico que representáis”, les dijo este.

Les escucharon atentos los padrinos de la iniciativa, el piragüista Saúl Craviotto (dos oros, una plata y un bronce) y la halterófila Lydia Valentín (tres preseas de los tres colores). Mireia Belmonte, falta de horas de piscina, no acudió. Él, por palmarés, debe portar la bandera el 23 de julio en Tokio y lo hará con la nadadora o Lydia, después de que el COI animara a presentar un dúo mixto. Gente acostumbrada a estar lista el día D a la hora H para subir a un podio y que ahora no tiene fechas de competición en el calendario.

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Psicológicamente hay que buscar una llama que te mantenga vivo, que en este caso es Tokio 2021. Si no, sufriremos altibajos. Ahora deberíamos estar haciendo las maletas para los Juegos, pero le he dado a la tecla de reset y ya ni pienso en ello”, advierte Craviotto (35 años), que se reincorporó a la Policía en Gijón durante el confinamiento y ya ha vuelto a Trasona con sus compañeros del K4 (Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade). Se habla de una Copa del Mundo en Szeged (Hungría) del 23 al 27 de septiembre, pero dudan si acudir. Aún hay muchos riesgos. “La incertidumbre te mata de cabeza, en cualquier ámbito de la vida. Y en el deporte más. Yo soy cuadriculado. Me gusta buscar picos de forma exactos… el ‘quizá’ quema mucho. Pero o te adaptas o te comen la tostada”, reflexiona.

“Ha tocado reinventarse”, explica Lydia (35 años). ¿Qué ve en el horizonte? “El Europeo de octubre en Moscú. Estoy comenzando la preparación… pero sin saber si se celebrará. Hay que tener la mentalidad en el ahora y entrenar de forma diferente”, relata. En ese evento de categoría Oro (de los que más puntúan) debería sellar su billete a Tokio. “Al final, ya llevamos varios meses y me ha dado tiempo a digerirlo. Mi objetivo es 2021. Ya no miro atrás porque no te lleva a nada”, recita recordando que ha sido afortunada porque en su casa tuvo un gimnasio en el que entrenarse.

Al CAR (Centro de Alto Rendimiento) han vuelto ya también dos veteranos que, sin embargo, debían hacer su debut olímpico este mes: los karatecas Sandra Sánchez (38 años) y Damián Quintero (36). Dos bazas seguras de medalla en kata. A la talaverana le llegó el parón con una racha de 52 medallas internacionales seguidas, sin bajarse del podio en cinco años. Y en el móvil, estos días, le saltan aún las alarmas sobre un viaje a Fujinomiya, la ciudad donde se iba a concentrar antes de competir.

“A nivel internacional, en 2020 no habrá nada. En España, recuperaremos las ligas a partir de octubre y será una forma de salir al tatami y reencontrarse con los nervios. La tensión de un campeonato no la puedes simular al cien por cien pero Jesús (Del Moral, su pareja y seleccionador) se ha inventado hasta liguillas virtuales y nos evaluábamos entre nosotros. Si entrenas con esa tensión, no partirás de cero”, cuenta optimista.

“Necesitamos competición, porque es lo que te da el feedback de cómo vas. Nueve meses sin competir es muchísimo y espero que en enero arranquemos en el Open de París”, reflexiona Quintero, al que la idea de no celebrar los Juegos le pone “los pelos de punta”. Pero, de momento, sólo quieren pensar en verse dentro de un año en Tokio. Con valor y con valores.