Irún apela a la historia y a la épica para apoyar al Bidasoa
La ciudad vasca es una fiesta para llevar en volandas a su equipo en su lucha por remontar siete tantos ante el Wisla Plock
"Claro que se puede", ha dicho Jacobo Cuétara, el entrenador del Bidasoa, cuando le han preguntado si es real o una entelequia superar los siete goles que trae el Wisla Plock a Irún del partido de ida (32-25). El sí se puede ya lo habían adelantado el alcalde de Irún (José Antonio Santano) y el presidente del Bidasoa (Gurutz Aginagalde), que presentaron esta semana una serie de actos para el sábado por la mañana en los ciudades más emblemáticos de la localidad y acabar el recorrido en Artaleku antes del encuentro (16:00, Teledeporte ETB) donde se espera un lleno histórico.
Irún apela a su espíritu y a su historia para que la de este sábado sea una jornada gloriosa que les lleve a los octavos de final de la Champions. Es más, el club venderá esta tarde réplicas de la camiseta histórica de Elgorriaga Bidasoa de 1995, cuando ganó su única Champions al Badel Zagreb, cuando las finales era a ida y vuelta y venció en casa por un 30-20. Los números, por tanto, dicen que se puede.
Para el choque regresan Zabala y Bartre, y es duda Jon Azkue, el central, el mejor del Bidasoa en la ida, con problemas físicos de un golpe en el partido de Liga de esta semana, "Es otra ventaja del Wisla, que no ha tenido que jugar en su competición y nosotros sí", decía Cuétara en la previa, aunque los polacos no han tenido suerte con el viaje, y se vieron paralizados un día en Alemania porque la nieve obligó a cerrar el aeropuerto en su vuelo a Bilbao.
"Tienen un presupuesto seis veces mayor que el nuestro; y por tanto lo lógico es que pasen ellos, que son los favoritos. Les he pedido a mis jugadores que ni miren el marcador ni hagan cuenta, que salgan a hacer el mejor partido posible", sostiene el entrenador asturiano en plena euforia de toda una ciudad ante un evento en el que creen como pocas veces. Enfrente, el Wisla del entrenador español Sabaté, con Mindegia y Álvaro Ruiz de centrales, vive con relativa serenidad el choque, y apuntan que tienen experiencia de años anteriores para salir airosos del partido.