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RUGBY | MUNDIAL

Inglaterra, a semifinales a costa de una Australia ramplona

La Rosa impuso su pragmatismo y cumplió con los pronósticos ante una Australia en la que sólo brilló Koroibete. Ahora espera a Nueva Zelanda o Irlanda.

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Inglaterra, a semifinales a costa de una Australia ramplona
EDGAR SUREUTERS

‘El duelo de los lenguaraces’, lo bautizó la prensa británica. Un choque atávico entre dos equipos, Inglaterra y Australia, comandados por dos australianos sin pelos en la lengua, Eddie Jones y Michael Cheika, para abrir los cuartos de final del Mundial de Japón. Prevaleció el pragmatismo inglés (40-16), se cumplieron los pronósticos y los británicos esperan ya en semifinales a Nueva Zelanda o Irlanda.

La Rosa edificó su triunfo en una defensa granítica y en el veneno de sus alas, castigando implacable cada uno de los errores australianos, que no fueron pocos. Los Wallabies tuvieron el dominio de la posesión y de la territorialidad, estéril ante las frágiles manos de su línea. Aunque el error más grave en la primera parte fue de un tercera, David Pocock. Buscó a Lealiifano cuando debía guardársela y a quien encontró fue a Slade, que tiró la patada rasa sobre la carrera de Jonny May para que éste firmara otro doblete y su 27º ensayo internacional. El 26º había llegado tres minutos antes, en una jugada de lado a lado de los ingleses.

Dos fogonazos y Australia estaba en la lona. Sintomático del momento actual de los oceánicos fue que buscaran los palos cada vez que Jerome Garcés pitaba a su favor en la 22 rival. Un doble campeón mundial ramplón y acomplejado ante la exuberancia de la nueva hornada inglesa, que tuvo como puntas de lanza a Underhill y Curry, 36 placajes entre los dos Kamikaze kids, y a Kyle Sinckler, el pilier jugón de Wandsworth que ya brilló en el Seis Naciones y este sábado presentó sus credenciales en el más grande escaparate internacional.

Suya fue la respuesta al ensayo de Koroibete en el 43’, a la postre el único de los Wallabies, rompiendo por el centro y atropellando a Beale antes de posar, y suya fue una de las acciones más determinantes de la segunda parte. Con 27-16 y Australia a la carga en la 22 inglesa a 20 minutos del final, recibió a Naisarani arriba y le robó la almendra. Fue el primer clavo del ataúd de Australia.

Lo terminaron de sellar los propios aussies. Primero derrumbando dos mauls ingleses que dieron la oportunidad a Farrell de buscar y encontrar los palos, y por último con un salto de Beale que interceptó Watson para poner el 40-16 final en Oita . Despojada de sus demonios, la eliminación en fase de grupos en su Mundial hace cuatro años, Inglaterra pisa las semifinales por primera vez desde 2007. Eddie Jones, el lenguaraz triunfante, está un poco más cerca de culminar su obra.