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RUGBY | MUNDIAL

Los interrogantes que deja el paso del tifón en el Mundial

La posibilidad de que Hagibis toque tierra este fin de semana en Japón ha obligado a suspender dos partidos ya y arrecian las dudas en torno a la organización y la viabilidad de otros partidos.

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Los interrogantes que deja el paso del tifón en el Mundial
David RogersGetty Images

El aficionado al rugby que sigue estos días el Mundial de Japón amaneció este jueves con la decisión de la Federación Internacional, World Rugby, de cancelar dos de los partidos que debían disputarse este sábado, el Nueva Zelanda-Italia, programado para las 06:45 en España, y el Inglaterra-Francia, que iba a dar comienzo a las 10:15. El motivo es un tifón, de nombre Hagibis, que se espera que toque tierra en el país o se acerque mucho a lo largo del fin de semana y que también hace peligrar el GP de Fórmula 1 de este fin de semana en Suzuka, como informa nuestro enviado especial Jesús Balseiro aquí. A continuación analizamos las consecuencias de la suspensión y los interrogantes que deja en el aire:

¿Tan peligroso es el tifón?

La respuesta es bastante obvia. Claro que es peligroso, es un tifón. De hecho la diferencia entre un tifón y un huracán, una palabra más común que quizá nos remita a algo más temible, es básicamente etimológica y geográfica: los primeros se originan en el Pacífico; los segundos, en el Atlántico. Este, además, está calificado como 'violento' por la Agencia Meteorológica de Japón. Eso implica la posibilidad de vientos a una velocidad superior a los 196 kilómetros por hora con ráfagas de hasta 270. Por lo tanto, puede producir daños humanos y materiales muy severos.

¿Afectará a todo el país?

Sus efectos se harán notar, con mayor o menor intensidad, en la mayoría del territorio japonés porque el radio de acción es amplio. La parte más expuesta será el este de la isla principal del archipiélago nipón, donde se enclavan, entre otras ciudades, Tokio, la capital, y Yokohama, sede de la final del Mundial el próximo dos de noviembre. El momento crítico será a lo largo del sábado, cuando la trayectoria que está previsto que describa lo acercará más a la costa. A partir de la mañana del domingo debería alejarse del litoral para no volver.

¿Era previsible?

Dentro de las capacidades limitadas para predecir un fenómeno meteorológico, este era esperable por el simple hecho de que septiembre y octubre, los meses en los que se disputa el grueso del torneo, forman parte de la temporada de tifones en Japón. De hecho, desde que la agencia meteorológica nipona toma datos, esto es desde 1951, ha registrado un total de 603 tifones de diferentes intensidades en estos dos meses combinados. Una media de 4,9 en septiembre y de 3,6 en octubre.

¿Era evitable?

Sí, era evitable. Al menos en cierta medida. ¿Cómo? Teniendo en cuenta el párrafo anterior y que la organización ha manejado este escenario en todo momento (hace ya un año Alain Gilpin, director del torneo, dijo que "era un tema caliente"), posponiendo el inicio del campeonato para que no estuviése encuadrado de lleno en este espacio temporal potencialmente peligroso o, puestos a mantener las fechas, haber dejado más días libres entre el final de la fase de grupos y el comienzo de las eliminatorias para poder reubicar partidos en un caso como el que se ha terminado dando.

¿Por qué se cancelan los partidos?

Por seguridad. El Inglaterra-Francia se iba a disputar en Yokohama y el Nueva Zelanda-Italia, en Toyota, dos de los núcleos urbanos que pueden llevarse la peor parte del Hagibis. "Tras una evaluación exhaustiva, World Rugby junto con el Comité organizador de Japan Rugby 2019 publicó una actualización acerca de los posibles efectos que el tifón Hagibis puede provocar en la programación de los partidos de la Rugby World Cup 2019 del fin de semana. En ella, se incluye la decisión de cancelar ciertos partidos por cuestiones de seguridad", reza el comunicado emitido en la mañana de este jueves por la Federación Internacional y los organizadores".

Y continúa: "Según la información detallada más reciente, provista por el servicio de meteorología independiente del torneo, se prevé que Hagibis será el tifón de mayor tamaño de la temporada 2019, y es probable que ocasione trastornos urbanos considerables en las zonas de Tokio, Yokohama y Toyota durante el sábado, en el que se incluye una posible interrupción o cancelación temporal del transporte público".

Llegados a este punto surge una duda razonable. ¿Si era previsible, por qué no hay un plan B para jugar esos partidos? Lo cierto es que sí lo había: trasladarlos a otra sede. Podrían haberse jugado en domingo, cuando se espera una situación climática más favorable, o en lunes, sin que eso perjudicáse mucho a los equipos en términos de descanso (estaba programado un barbecho de partidos desde el domingo hasta el próximo sábado para que pudieran cargar pilas antes de los cuartos de final). Pero aquí entra de nuevo el asunto de la seguridad. Las autoridades competentes han solicitado que la gente permanezca en sus alojamientos y eviten desplazamientos durante el sábado. Pedir a cuatro selecciones y sus respectivas masas de aficionados moverse estos días por el país sería "una irrresponsabilidad", ha asegurado Alain Gilpin.

¿Qué efectos tiene la suspensión?

Al dictar las reglas de World Rugby que deben resolverse con empate a cero los encuentros cancelados (que no se pueden cambiar de día pero sí de sede en el caso de fases de grupos internacionales), esto tiene algunas consecuencias en la configuración de los grupos afectados. En el caso del Inglaterra-Francia, estaba en juego el liderato del grupo C, con ambos equipos ya clasificados para cuartos. Tras la decisión, el primer puesto es para los ingleses, que se medirán con Austraia en caso de que esta gane a Georgia el viernes y Gales haga lo propio contra Uruguay el domingo, si es que no hay que suspender ninguno de esos partidos también. A Francia le tocaría jugar contra los galeses.

Y en el  caso del Nueva Zelanda-Italia, entierra las escasas opciones que tenía Italia de meterse entre los ocho mejores, que pasaban por una victoria ante los All Blacks. Así las cosas, los vigentes campeones quedan líderes del grupo B con Sudáfrica segunda. Lo que está mucho menos claro es con quién se cruzarán en cuartos. Todo dependerá de lo que ocurra en el Irlanda-Samoa del sábado y el crucial Japón-Escocia del domingo, si es que estos pueden celebrarse. Tanto irlandeses como japoneses y escoceses tienen opciones de ocupar las dos primeras plazas ahora mismo.´Si se cancelasen los encuentros, Japón sería primera de grupo y se cruzaría con Sudáfrica en los primeros cuartos de su historia; Irlanda, por su parte, quedaría segunda y lo haría con Nueva Zelanda. Escocia, la gran damnificada, perdería sus opciones de meterse ganando a Japón, en la que sería la segunda eliminación en fase de grupos de su historia tras la de 2011.

¿Cómo han reaccionado los equipos?

Las reacciones, como era de esperar, van en función de los daños sufridos por cada equipo. El seleccionador inglés, Eddie Jones, apeló a la palabra japonesa Shoganai, que se utiliza cuando uno no puede solucionar algo y lo mejor es aceptarlo. "No puede luchar contra un tifón. Estas cosas pasan y simplemente hay que lidiar con ello", aseguró antes de una nueva exhibición de mordacidad ante el hecho de que su equipo haya quedado primero sin jugar y vaya a llegar bien descansado a cuartos: "Parece que alguien nos está sonriendo, quizá los dioses de los tifones".

En el lado opuesto están los escoceses, que tratan de mantener la fe en la disputa del partido con su seleccionador, Gregor Townsend, a la cabeza: "Parece que el partido se jugará y tenemos que mantener la fe en ello. Espero que todo el mundo en el torneo haga todo lo posible para que se juegue". El exjugador propuso incluso jugar a puerta cerrada, si es necesario: "Tenemos que tener fe incluso si el partido puede jugarse a puerta cerrada o en una ubicación distinta". "Hay muchas sedes que pueden no llegar a estar afectadas. ¿Qué necesitamos? Necesitamos jugadores y árbitros. Tal y cómo yo entiendo las reglas, no se puede cambiar el día del partido pero sí la ubicación", afirmó Townsend.

Pero World Rugby no está dispuesta a darle un trato diferencial a ese partido respecto al que iba a media a Nueva Zelanda e Italia. Gilpin aseguró: "Italia está en la misma posición que Escocia. Es un partido increíble y estaríamos encantados de poder verlo, pero no vamos a tratar ningún partido de forma diferente".

¿Y los aficionados que tenían entradas para los partidos cancelados?

Se les devolverá el importe íntegro de la compra, como aseguró en la rueda de prensa de este jueves Alain Gilpin: “Si bien apreciamos la decepción que supone para todos los seguidores de Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda e Italia, confiamos en que comprenderán que su seguridad es prioritaria. Tendrán el derecho a percibir un reembolso total por los tickets de los partidos afectados”. Lo que se hayan gastado en viajar parece que correrá por su cuenta.

¿Hay algún precedente?

Nunca ha habido que aplicar la normativa de suspensión de partidos, la que establece que quedan en empate, en un escenario así, como aseguró también Gilpin, que cree que se ha aplicado el mismo rasero sin importar la situación de cada equipo y por tanto de forma justa. "No creemos que se haya comprometido la integridad del torneo. Las reglas no son nuevas". También afirmó que World Rugby no se "arrepiente" de haber celebrado el torneo en estas fechas en Japón.