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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

Tiger Woods: del quirófano y el calabozo a la Chaqueta Verde

El Tigre, de 43 años, tuvo momentos complicados en su carrera, pero ha sabido reinventarse y ganar su quinto Masters de Augusta. El major número 15 de su carrera.

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Tiger Woods: del quirófano y el calabozo a la Chaqueta Verde

Tiger Woods, que este domingo ganó el Masters de Augusta, era el golfista perfecto. Niño prodigio en su infancia y hombre adulto ejemplar, acumulaba 14 majors de manera casi sistemática y era el deportista más rico del mundo por sus méritos, pero también por sus multimillonarios contratos de patrocinio. Esa percepción existió desde 1997, cuando ganó su primer Masters de Augusta hace 22 años, hasta 2009, un año después de ganar su último major hasta este domingo. Un accidente de tráfico en extrañas circunstancia fue el detonante de todo, porque a raíz del mismo se empezaron a revelar escándalos de infidelidades del golfista que dejaron muy tocada su imagen y su carrera.

Desde aquel difícil momento, que conllevó también el divorcio de su esposa Elin Nordegren, Tiger sufrió un vacío de dos años sin victorias y cada vez tenía mayores problemas con sus entrenadores, su caddie y sus patrocinadores que no veían ya en el Tigre la imagen ejemplar de antaño. Volvió el Tigre a alzar títulos, mientras intentaba reinventar su juego y su vida personal y en 2012 y 2013 su carrera deportiva tuvo un repunte con ocho triunfos. Después vino otra crisis…

Tiger comenzó a tener serios problemas físicos de espalda y de rodilla, que influyeron en su swing y en su juego. Sus apariciones cada vez era más intermitentes y sus actuaciones comenzaban a ser muy regulares (no ganó ni un torneo entre 2014 y 2017). En el camino sufrió hasta ocho operaciones, cuatro en la rodilla y cuatro en la espalda, en la que sufría espasmos que le hacían alejarse poco a poco de la élite. Las dudas sobre su regreso a estar con los mejores eran más que razonable, sobre todo cuando en 2017 fue cazado en la carretera medio grogui fuera de su coche tras haber ingerido un cóctel de fármacos analgésicos. Fue fichado por la policía en una imagen que dio la vuelta al mundo. Sólo un deportista único como Tiger Woods podría remontar una situación así… Y lo hizo.

En 2018 regresó, con un juego que empezaba a mostrar brotes verdes muy serios. Estuvo en la lucha por la victoria en el British Open y en el PGA Championship y en septiembre de esa año ¡bingo! Ganó el Tour Championship, en lo que era la victoria número 80 de su carrera. La del Masters de Augusta fue la 81º y la más tremenda, ganaba 22 años después el mismo grande y se ponía por quinta vez la Chaqueta Verde, como ya hiciera en 1997, 2001, 2002 y 2005 Era el número 15 de su carrera y reactivó la lucha de titanes con Jack Nicklaus que suma hasta 18 grandes.

En el hoyo 18 estaba su madre Kultida, la que le vio convertirse en estrella y le apoyó cuando las sombras cayeron a plomo sobre Woods. Allí estaban sus dos hijos, que veían la fabulosa historia de su padre que ahora vuelve a sonreír a los 42 años. Vuelve a ser aclamado por el gran público y ha fundido todas las audiencias posibles. Tiger Woods reabrió su leyenda con la victoria en el Masters de Augusta. Del quirófano y los calabozos... a lo más alto.