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EUROPEOS 2018 | NATACIÓN

Vall: "Mi nombre suena, pero nadie me ha parado por la calle"

Después de su tercera medalla seguida en un Europeo, Jessica Vall (Barcelona, 1988) charla con AS en Glasgow de su éxitos, su determinación y de natación.

GlasgowActualizado a
Jessica Vall.

¿Qué supone estar en un podio por tercer Europeo seguido?

Cuando me clasifiqué, mi entrenador me dijo que disfrutara de llevar cuatro años en las grandes competiciones. Parece fácil, pero no lo es. Poco a poco he ido progresando y supe aprender de las experiencias. Y seguiré.

Cuando en los Juegos de Londres veía las pruebas en el sofá de su casa y pensó que era momento de intentarlo, ¿se imaginaba haber logrado esto?

Esto era inimaginable, y por eso quiero disfrutarlo, dar el máximo siempre y sobre todo entrenar todos los días con objetivos ambiciosos. Me muevo por retos, y lo que intento es hacer mi trabajo.

¿La determinación es la clave?

Me hace gracia esta palabra. Antes de venir a Glasgow hicimos un juego con psicólogos para construir equipo. Teníamos que meter una palabra en una caja, y yo puse "determinación". Hay que tener pasión, cualidades, un plan de entrenamiento… Todo este conjunto es la clave. Pero el talento o el entrenamiento te hacen destacar una vez. Los que están en la elite tienen algo más.

¿De niña ya era así?

Era muy tozuda y me picaba con facilidad. Ahora también. Planteo retos y con mi entrenador también nos picamos, a ver quién se lo pone más difícil al otro. Es cómo a mi me gusta. Debes tener esa ilusión; si no lo tienes, pierde sentido la natación.

Mireia con Vergnoux, Hosszu en el pasado con Tusup, Phelps con Bowman… ¿Hasta qué punto es clave la química entre nadador y entrenador?

Es muy importante el feedback. Pasamos ocho horas juntos, y por eso ahora trabajamos con una psicóloga… Surgen problemas (sonríe). Llevamos ocho años ya. Hay que cambiar de estrategias de cómo uno le llega al otro. Tenemos confianza y a veces eso es malo. Nos decimos las cosas a la cara. Jordi Jou es un súper entrenador porque empatiza y sabe llegar a las 25 personas que hay en el grupo. Él nos dice que el nadador tiene un hilo con el entrenador, pero el entrenador tiene 25 hilos con 25 nadadores. No lo puede saber todo de todos. Él pone de su parte y su trabajo es muy bueno. Gestionar estas situaciones son las más difíciles. A mí me llega al cien por cien y en el momento justo. Estamos sincronizados.

De momento, usted solo ha ganado una medalla para España. ¿Qué opina?

Somos muy dramáticos como país. Hugo fue cuarto, Marina también… Disputar finales es poder ganar medallas. Mireia es un gran ejemplo, pero antes de que fuera oro olímpico perdió finales. Debes estar en finales para aprender a gestionarlas. No creo que debamos esperar medallas, sino que estén los máximos posibles en las finales. Hay que hacerles creer que tienen las máximas posibilidades de ganarlas. En las semifinales de 100 braza me medí a una danesa muy pequeña. Estaba nerviosa. Y pensé, 'a esta la tienes que vigilar'. Si con 14 años está aquí, va a dar guerra cuando aprenda. Hay que darle confianza a estos nadadores. Hay veces que lo consiguen, y otras que no. Nadadores y entrenadores deben reflexionar de estas experiencias y saber qué deben cambiar.

Usted sí ha conseguido el reto…

No, no le he cumplido. Me quedé a las puertas, quería la final en el 50 braza y ser la segunda nadadora europea en lograr estar en las tres finales.

Pero tiene medalla…

Cuando obtienes una medalla la gente ve 'medallitis' , cree que ya está, que eso es todo. Estaba contenta, sí, pero sobre todo por cómo nadé la final. Era la primera vez que fui a por la prueba y que me medí a Efimova de tú a tú. Lo gestioné bien. Trabajé para dar lo mejor, y me queda el 4x100 estilos para dar un paso más en el 100.

La otra mujer es Efimova, que nadará también la final del 50 tras dos oros. Después de su positivo y su sanción, vuelve a estar intratable. ¿Usted qué opina?

Por un lado, piensas que no es justo porque estuvo sancionada, pero luego analizas el caso y lees que compró un suplemento contaminado en Estados Unidos. Me pongo en la piel. Yo tomo un suplemento que se llama Glutamina. Lo hago por las noches y es un recuperador en polvo. Intento comprarlo de una marca que pasa los controles de calidad, pero no sé si alguna vez puede estar contaminado. Hay que tener clara la presunción de inocencia. Nunca lo haría, entonces pienso que el resto tampoco quiere hacerlo. Y eso me ayuda a competir porque la veo como una nadadora más.

¿Se lleva bien con ella?

Me llevo bien, hablo alguna vez… Aún recuerdo el momento que viví en la cámara de salidas del Mundial de Budapest. La estadounidense Lilly King cuando pasó por su lado le decía "aquí huele a mierda". Yo aluciné, pero Efimova le respondió con una sonrisa. Nunca vi un juego psicológico tan grande. Pero la lituana Meylutite y ella se llevaban mal, y ahora se saludan y hablan. Creo que es más un juego psicológico. Todos somos rivales en el agua, pero fuera debemos ser personas.

¿Y tras Glasgow?

Tengo que hablar con el biomecánico, la psicóloga y el entrenador a ver qué ha fallado. Y luego debo hablar de la preparación. Pero ahora me iré de vacaciones. Y estas serán especiales…

¿Por qué?

Estaré una semana de descanso, pero luego haré el Camino de Santiago desde León en bicicleta. Son unos 200 kilómetros. Haremos 50 al día… Hace nueve años que no cojo una bicicleta, no sé cómo se me dará, pero a mi marido le hace mucha ilusión… He aprendido a desconectar y es importante, aunque al tercer día de no entrenar ya me entra el mono de competir. En septiembre nos pondremos con los retos que están por venir.

¿Siente qué es una deportista conocida en España?

Mi nombre suena, pero nadie me conoce por la calle, solo en mi barrio de Horta en Barcelona. Nunca me ha parado nadie y ha dicho 'oh, eres Jessica Vall'. No tengo el concepto de que la gente me conoce, pasó desapercibida… En redes sociales me felicitan, pero en mi día a día no. Cojo el metro y nadie me para. Lo suelo coger para estudiar inglés porque el centro de Barcelona se pone…

Enhorabuena 'Jess'.

Gracias.