El objetivo de Guillem Pujol, el joven fondista catalán de 21 años, era finalizar entre los diez primeros en la prueba inaugural de las aguas abiertas, en Loch Lomond. Unos cinco kilómetros nadados de forma explosiva que acabaron con el triunfo del húngaro Kristof Rasovsky (52.38), de la misma edad que el nadador español, que finalmente quedó duodécimo, con un tiempo de 53.15. Pujol fue el segundo de un pelotón numeroso entre los que se encontraba el alemán Marcus Herwig, medallista mundial que quedó por detrás.
En esta ocasión, el oro no fue para Francia, la gran dominadora de este deporte en los últimos años. Sus tres nadadores quedaron, eso sí, entre los siete primeros, y dos de ellos se colgaron medallas. Axel Reymond fue plata (52:41) mientras que Logan Fontaine se llevó el bronce (52:44). La prueba de 5 kilómetros no es olímpica, por lo que muchos nadadores decidieron renunciar al disputar este jueves la de los 10, la de mayor igualdad.
La prueba se disputó a una temperatura del agua de 17 grados, con un tímido sol que apareció después de la prueba femenina y que ayudó a que la sensación térmica fuera más agradable. Pujol, que durante la primera parte de la prueba peleó entre los diez primeros, vio como el ataque de los franceses partió la carrera y quedó más rezagado, pero le quedaron fuerzas para apretar y quedar el segundo de su pelotón. Una duodécima posición valorada por los técnicos.