NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los Angeles Rams

El coste del estadio NFL de Los Angeles se eleva a 4.000 millones

La futura casa de los Rams (y de los Chargers) ha pasado de poder construirse por 2.300 millones de dólares a casi duplicar su presupuesto.

Actualizado a
El coste del estadio NFL de Los Angeles se eleva a 4.000 millones

El proyecto de construcción del estadio de los Rams en Los Angeles, en Inglewood, ya se ha elevado a 4.000 millones de coste. Todas las previsiones iniciales han saltado hechas añicos y los números de este negocio van a tener que rehacerse a toda velocidad.

El estadio ha sido, y es, una parte esencial del futuro de dos equipos de la liga y, además, de toda la NFL en su conjunto. Es algo mucho más importante que cualquier otra construcción de los últimos tiempos y, quizás por eso, se están extremando las precauciones sobre la obra.

Ahora ha sido la ampliación de los accesos, de los enlaces con las carreteras circundantes, y la preparación extra que se necesita en una zona que es susceptible de sufrir terremotos, la que ha llevado a esta cifra descomunal.

El proyecto inicial costaba 2.300 millones de dólares. Lo financiaba el dueño de los Rams, Stan Kroenke, poniendo de su bolsillo 1.600 millones de dólares y consiguiendo el resto a través de su propia compañía de arquitectura, la que le ha dado su fortuna.

Esta inversión es la que le permitió presentarse ante el resto de propietarios de la NFL con su plan de irse a Los Angeles sin el apoyo mayoritario de sus compañeros. Ante tal despliegue económico, el resto de dueños dio la espalda a los Chargers y los Raiders, que tenían otro proyecto en marcha para irse a la gran urbe californiana, y aceptaron las exigencias de Kroenke.

Junto a él se irían los Chargers (los Raiders se buscaron las castañas en Las Vegas) y la mitad de la maquinaria de la NFL, incluida una nueva sede para la NFL Network, su cadena de televisión, la seguridad de entrar en la rotación de sedes de la Super Bowl, del draft y, en esencia, convertirse en la gran casa de la liga en la Costa Oeste.

Pero la construcción se fue encareciendo. Con los primeros movimientos de tierras ya se vio que la previsión inicial era demasiado optimista y que serían 3.000 millones de dólares lo que se gastaría en el estadio. Ahora ya se habla de 4.000 millones y la inauguración está prevista para el inicio de la temporada 2020 así que puede que no sea el precio final.

Para poner contexto a la enormidad que esto supone, hay que subrayar que, por ejemplo, el Metlife Stadium de Nueva York, inaugurado en el año 2010, costó 1.700 millones de dólares, que los Buffal Bills se vendieron por 1.400 millones de dólares o que la franquicia más cara de la historia, la vendida ayer mismo Carolina Panthers, cambió de manos por 2.275 millones de dólares. El estadio de Los Angeles es un disparate económico.

Para rentabilizarlo tendrán, claro, muchos años de partidos semanales, contando a los Rams y a los Chargers, el alquiler que pagarán estos últimos y todo lo que puedan generar siendo el centro de la NFL del Pacífico. Aún así, es evidente que el proyecto se ha ido muy por encima de cualquier previsión sensata.