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FÚTBOL SALA | COPA

El Movistar sobrevive a Osasuna y estará en las semifinales

Los madrileños se impusieron a los navarros (2-1) con mucho sufrimiento en un encuentro donde Osasuna la tuvo en el último segundo. Movistar-Palma en semifinales.

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El Movistar sobrevive a Osasuna y estará en las semifinales

Si por algo se caracteriza la Copa de España es por su emoción y la primera jornada de la esperada edición de Madrid no fue menos. Para empezar, una sorpresa, la eliminación de ElPozo, que partía como favorito. El principal candidato, el Movistar, sí estará en semifinales, pero no sin antes sufrir de lo lindo ante un Osasuna (2-1) que puso las cosas muy difíciles a los actuales campeones.

Porque al Movistar le costó un mundo empezar a desenmarañar la tela defensiva de los navarros. Los de Imanol Arregui parecían hasta sentise cómodos esperando a la contra, ya que incluso contaron con opciones de ponerse por delante.

Todo ello lo lograban gracias a un nivel de tensión inmenso, que pareció desaparecer momentaneamente tras el descanso. Lo justo para que Elisandro, el enorme pívot brasileño del Movistar, recibiera de espaldas, se diera la vuelta y la pusiera en la escuadra de Asier.

Y es que si hay algo que le sobra al Movistar son recursos. Poco a poco parecieron hacerse los dueños del partido, sin embargo Osasuna aprovechó la ocasión que tuvo. Eric Martel, uno de los más destacados en Osasuna, cruzó de maravilla en un mano a mano con Herrero y empató el duelo.

Sin embargo, el gol no puso nervioso a los azules, que ya habían cogido la velocidad crucero. Ricardinho, que volvía de su lesión en la Eurocopa, empezó a pedir el balón y a centrar la atención. Aunque esta vez el portugués no marcó, sí asistió a Rafael con una preciosa pared que el cierre brasileño convirtió en el 2-1.

Fue el tanto definitivo, pero no porque los rojillos no dejaran de intentarlo. Arregui sacó portero-jugador y a punto estuvo Martel en el último segundo de llevar el encuentro a los penaltis. No pudo ser y Osasuna, en la última Copa de su capitán Eseverri, no pudo dedicar una victoria a su afición. Eso sí, dijo adiós con la cabeza alta.