"Tengo algunas molestias en el gemelo, pero intentaré ganar"

Muktar Edris cumplirá 24 años el próximo 14 de enero y sólo su modestia le impide presumir de ser “el hombre que batió a Farah”. Fue además en un escenario no cualquiera: la casa del campeón británico y en el mundial de su despedida de la pista.

El etíope arrancó a falta de 400 metros y poco después sus rivales sólo pudieron ver su espalda alejándose por la calle tres hasta colgarse el oro en los 5000. “Estaba listo para ser campeón - nos dice en el hotel donde se concentra antes de debutar esta temporada en España - Fue algo increíble pero sinceramente esperaba ganar a todos, incluído Farah. Me vi muy fuerte aquel día”.

En el mágico escenario londinense Edris confirmó todo lo apuntado cuando cinco años antes logró el oro también en los cinco kilómetros en el mundial junior de Barcelona. Además tiene un bronce en el mundial de cross de 2015 y fue sexto este año en Kampala en la última edición del mundial de campo a través, “aunque el cross no es mi mejor especialidad - apunta -. Me encantaría ser algún día campeón mundial pero me veo mejor en la pista y en los 5000”.

Su récord ahí son 12:54 hechos hace tres temporadas. Al preguntarle por el récord mundial de Kenenisa Bekele (12:37) suspira y dice: “Es un gran récord pero claro que voy a intentarlo. Esta además es buena temporada para ello porque no hay grandes campeonatos en el calendario. Mi objetivo será la Diamond League y espero lograr una gran marca en 5.000. Ojalá pueda ser el récord mundial”.

De momento su primera prueba será el mejor cross del mundo, Atapuerca, donde a punto estuvo de ganar hace tres años a su compatriota, el campeón del mundo Imane Merga. Fue un sprint tan cerrado que muchos piensan incluso que la victoria fue para Edris, aunque los jueces finalmente decidieron otra cosa. Él sonríe: “no lo se. Llegamos muy justos y cualquiera pudo ganar.”

Mañana intentará la revancha pero avisa en AS: “Tengo alguna molestia en el gemelo y aquí hay mucho nivel, pero lo intentaré”. Lo dice el hombre que intentó, y ganó, en el último Mundial al mismísimo Mo Farah.