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Seattle Seahawks

Los Seahawks pierden con los Titans y aumentan sus dudas

El equipo de Seattle despertó en la segunda mitad en ataque, con récord de yardas en la carrera de Russell Wilson, pero no fue suficiente para ganar.
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NASHVILLE, TN - SEPTEMBER 24: Running Back Demarco Murray #29 of the Tennessee Titans runs the ball against the Seattle Seahawks at Nissan Stadium on September 24, 2017 in Nashville, Tennessee.   Wesley Hitt/Getty Images/AFP
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Wesley HittAFP

Los Seattle Seahawks han añadido una nueva faceta a la dudas que habían generado en el inicio de la temporada 2017 de la NFL. Si hasta ahora lo que parecía que les estaba lastrando de cara al asalto de la conferencia NFC era una línea ofensiva incapaz de proteger a su quarterback, Russell Wilson, o de hacer del juego de carrera algo digno de tal nombre, en el partido contra los Tennessee Titans añadieron la defensa terrestre a esas dudas.

Porque Russell Wilson se soltó la melena en la segunda mitad y completó, a nivel estadístico, uno de los partidos más impresionantes de su carrera. De hecho, las 373 yardas que sumó son las más que ha acumulado por aire desde que está en la liga.

Además, puso cuatro pases de touchdown y lanzó 49 veces, que es una barbaridad para cualquiera y más para un equipo que tiene su base en la defensa y en el control del tiempo de posesión.

El problema es que el marcador obligaba a heroicidades, porque los Tennessee Titans estuvieron por delante casi en cada momento.

Si los Seahawks ahonadaron en sus dudas, los de Tennessee lo hicieron en sus seguridades. Entre DeMarco Murray, resucitado para la ocasión, y Derrick Henry amasaron 169 yardas. El equipo anotó con soltura, sobre todo en un tercer cuarto para el recuerdo en el que todo les salió.

Fue ahí cuando los Seahawks perdieron los nervios en defensa, se dejaron avasallar y no fueron capaces de mantener el marcador igualado para que su quarterback rematase la faena, como tantas veces ha hecho. En esta ocasión Wilson sí que siguió dándole duro a los Titans pero su defensa no fue capaz de acompañarle.

Al final, 33 a 27 a favor de lo locales, los de Tennessee, que les hace afrontar el futuro con la tranquilidad un 2-1 de récord y la sensación de que pueden mirar de tú a tú a casi cualquier equipo de la liga, y los temores de los Seahawks de que les falta un punto para estar a su mejor nivel acrecentadas por el lado que menos esperaban: por la defensa.