España, contra Alemania por la final del Mundial júnior

Las cuatro protagonistas de esta tarde en Argelia son las selecciones de Francia, Dinamarca, Alemania y España. Es decir cuatro grandes, de las más grandes, que al ser un Mundial júnior garantizan para el futuro excelente sangre joven, porque estar a este nivel es sinónimo de que sin tardar mucho algunos de estos jugadores ya darán el paso a las selecciones absolutas. En el caso español, el portero Joan Ledó fue el primero (con Cadenas) en entrenar con España, y Dani Dujsebaev y Márquez, ahora con Ribera, los primeros en un debut oficial. Pero hay más, como los extremos, Odriozola (Bidasoa) y Aleix Gómez (Barcelona), por ejemplo.

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Tras ganar a Hungría, con sufrimiento, con épica, con Ledó monumental en el momento definitivo con tres paradas decisivas, ahora toca Alemania: catorce jugadores están por encima del 1,90; dos, de más de dos metros. Dice Isidoro Martínez, el seleccionador español, que son conscientes de "la superioridad física alemana", pero también lo era Hungría, por eso asegura que "hay opciones, otra forma de jugar".

Y eso es lo que espera España, volver a tener un buen día, una buena tarde (21:00), "porque hay que jugar de manera inteligente, buscando el juego combinativo, la rapidez", apunta el seleccionador, y que se pueda correr, doblegar al tanque alemán a la carrera, que no tenga la posibilidad de formar su defensa, de buscar situaciones para el pivote Bazán, que es de lo que siempre cumple.

Antes del partido español habrá jugado Francia y Dinamarca, y en las filas francesas están nada menos que el barcelonista Mem, y el nuevo fichaje azulgrana Lenne (a lo mejor Aleix se motiva y demuestra que Xavi Pascual debía haberle dado a él el puesto de extremo zurdo en la primera plantilla), y Melvin Richardson (el hijo del legendario Jackson Richarson), elegido el mejor jugador continental de su edad en el pasado Europeo.