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NATACIÓN

Katinka Hosszu, una carrera de récord: 71 medallas, 44 oros

Con nueve medallas, la húngara despidió Windsor como la reina de la piscina corta. En el Mundial de Budapest, en julio, espera vivir el clímax de su gran trayectoria.

Actualizado a
Katinka Hosszu luce su medalla de 200 metros mariposa en Windsor.
AFP

Da igual la época del año o el campeonato que se le ponga por delante. Da igual, también, que los Mundiales de piscina corta (25 metros) no cuenten con la preparación adecuada ni que se hayan devaluado en los últimos años. Katinka Hosszu solo entiende de victorias y éxitos, y eso mismo ha vuelto a protagonizar en Windsor, consiguiendo nueve medallas (siete oros y dos platas), un palmarés sin precedentes en la historia de los grandes campeonatos del circuito acuático.

Con estas medallas, la húngara suma 71 en las grandes competiciones. Acumula tres oros olímpicos y una plata (logrados en Río 2016), nueve medallas en Mundiales de piscina larga (cinco oros y cuatro bronces), 22 medallas en Mundiales de piscina corta (13 oros, siete platas y dos bronces), 20 medallas en Europeos (13 oros, cinco platas y dos bronces) y 16 en Europeos de piscina corta (10 oros, cuatro platas y dos bronce). En total, suma 44 oros.

No hay precedentes en la natación de una nadadora que haya acumulado tantos éxitos en apenas siete años (su única medalla anterior a 2009 fue en 2004, en un Europeo de piscina corta) ni tampoco que sea capaz de reunir pruebas tan dispares en su programa: Hosszu ha nadado en Windsor desde un 50 espalda hasta un 800 libre. La húngara es capaz de ser la más explosiva y al mismo tiempo una de las más resistentes del circuito en pruebas donde existe mayor desgaste, como los 400 estilos o los 200 mariposa. Hosszu ya es, después de Ryan Lochte, el deportista que ha ganado más medallas de oro en Mundiales de corta.

A las puertas del Mundial en piscina olímpica, que tendrá lugar en Budapest en julio, Hosszu es un icono en su país. Hace apenas tres semanas, la protesta de la nadadora junto con otros compañeros de selección provocó la dimisión del presidente de la federación húngara, acorralado por Iron Lady. La magiar está centrada en la preparación para ser la reina en los Mundiales en su casa, y sigue preparando a conciencia, con su entrenador y marido, Shane Tusup, esa cita. Antes de los Juegos de Río, aparecieron unos rumores en su país de que Hosszu estaba pensando en colgar el bañador después del Mundial de Budapest, donde llegará con 28 años, una edad limítrofe en natación, aunque la magiar está más rápida que nunca.

Budapest no puede suponer su punto final, pero sí un punto y seguido, con una reducción de ese programa que le ha hecho ganar más de un millón de euros en la Copa del Mundo y el reconocimiento del circuito internacional. Hosszu hasta ahora ha querido devorar todo lo que esté a su alcance. Tras Budapest, podríamos ver a la Hosszu más sutil con vistas a Tokio 2020.