Previa de la temporada NFL-2016 de los Tennessee Titans
Los Titans llevan tanto tiempo lejos del mundo de los vivos que ahora, cuando parecen despertar, nadie termina de creerse que por fin estén montando un equipo ganador.
No es descabellado pensar que puedan ser competitivos
En 2015, los Titans ganaron tres partidos, se llevaron el número 1 del draft, despidieron a su entrenador y, pese a la elección de Mariota, su quarterback de futuro, volvieron a ser tan transparentes como casi siempre. De hecho, la pregunta que os hice hace doce meses sigue igual de vigente: ¿Cuánto hace que no ves completo un partido de Tennessee?
El objetivo este año vuelve a ser el mismo: volver a la NFL. Abandonar el limbo de los equipos inexistentes que a nadie le importan. Tal heroicidad queda en manos de Mike Mularkey, un tipo con una larga trayectoria como coordinador ofensivo, pero que ha fracasado cada vez que ha sido entrenador principal. De hecho, el año pasado entró como interino tras el despido de Whisenhunt y firmó un sobrecogedor 2-7. Con todos los asteriscos del mundo, pero 2-7 al fin y al cabo.
Sin embargo, parece que los Titans siguen sin tener prisa y han planteado tranquilamente un plan bienal que debería culminar en el draft de 2017, en el que previsiblemente tendrán dos primeras rondas altas. Con esa idea se han dedicado durante la offseason a reforzar urgencias, pero no con parches a corto plazo, sino con proyectos que converjan hacia un destino ineludible: ser aspirantes a todo a partir de septiembre de 2017.
Lo anterior no significa que en 2016 se vayan a dejar ir. El fichaje de DeMarco Murray y la elección en el draft de un Heisman como Derrick Henry, una mejora sustancial de la línea ofensiva con la llegada del C/G Ben Jones desde Houston y la elección de Conklin en primera ronda, la lógica mejora de un Mariota que dejó muy buenas sensaciones en su primer año, y un grupo de receptores apañado con Wright, Green-Beckham, Rishard Matthews y Delanie Walker, pueden formar en conjunto un ataque muy peligroso y divertido de ver.
En defensa las cosas no están tan claras, y parece que necesitará otra offseason para ser competitiva. Jason McCourty se perdió casi todo 2015, y aunque Cox si rindió a un buen nivel, estuvo muy solo en el puesto de cornerback. Lo mismo sucedió con Searcy en el de safety.
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Las tres claves del equipo por Tomás Monge
1 La evolución de Marcus Mariota. Los Titans renunciaron en 2015 a todo un tesoro en forma de elecciones del draft para poder elegir al quarterback de la universidad de Oregon. Los primeros retornos de la inversión no pudieron ser más satisfactorios, pero Mariota necesita seguir dando señales de crecimiento en su segundo año en la liga.
2 La línea de ataque. Nadie podrá acusar a los Titans de no haber invertido en la protección de su quarterback. Tres de sus últimas cuatro elecciones de primera ronda han sido hombres de línea. El problema es que los resultados, hasta ahora, no han sido buenos. Los Titans quieren basar su juego en la carrera. Para eso, la línea tendrá que mejorar mucho.
3 La estabilidad institucional. La familia Adams niega que el equipo esté a la venta, pero desde la liga no dejan de filtrarse informaciones que parecen empujarles a la puerta de salida. El equipo técnico también parece transitorio, elegido más por comodidad que por convicción. No son las mejores condiciones para un equipo en crecimiento y con un proyecto incipiente.