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Terror nocturno en la bahía

En San Francisco hay que cuidarse… de las gaviotas

En los últimos años, las aves han aumentado su presencia en el AT&T Park y caminan por el diamante aunque la pelota esté en juego mientras buscan comida.

México DfActualizado a
La proximidad al mar del AT&T Park hace que las gaviotas sean visitantes habituales.
Getty Images

Si vas a un juego nocturno en el AT&T Park de San Francisco, procura protegerte, pues en las últimas entradas podrías llevarte una desagradable sorpresa.

Desde hace varios años, prácticamente en todos los juegos nocturnos de los Gigantes de San Francisco, decenas de gaviotas son los invitados indeseables a los que no hay forma de sacar de la fiesta.

Peloteros de los Gigantes y de los equipos rivales no tienen más remedio que jugar con gaviotas volando o caminando a su alrededor, al igual que los aficionados que permanecen en las gradas y que están en la mira de estas aves que buscan sólo una cosa: comida.

Las gaviotas están a la caza de las sobras que deja la gente que decide salir del parque con anticipación y se sirven de un festín culinario que incluye pedazos de hot dogs, de pan, aros de cebolla o papas fritas y demás desperdicio que los aficionados dejan en las gradas.Y si a ello le agregamos el excremento que sueltan por doquier, el asunto se vuelve insoportable.

Cuando las parvadas aumentaron su tamaño alrededor de la temporada de 2012, un halcón de cola roja, al que miembros del staff de trabajo del parque de los Gigantes llamaron Bruce Lee, comenzó a hacerse cargo del asunto. Las gaviotas disminuyeron su incursión al parque, pero Bruce Lee también desapareció y las parvadas volvieron y en mayor volumen.

Las gaviotas han sido visitantes asiduas al AT&T Park desde su inauguración en el año 2000, pero desde 2012 el problema se ha agudizado con su puntual arribo a los últimos innings de los juegos nocturnos.

Aunque ya hay varias antes, es en la parte baja del séptimo inning cuando las gaviotas llegan al AT&T Park en grandes cantidades. Caminan por los jardines, y volando por las gradas y en ocasiones, entre la loma y la caja de bateo mientras la pelota está en juego.

No es que las gaviotas tengan sentido del tiempo y sepan a qué hora llegar. Según biólogos consultados por el diario San Jose Mercury News, estas aves son atraídas por las luces del parque, el olor de la comida y… por la música.

De ahí que después de la tradicional canción “Take Me Out to the Bal Game” a la mitad de la séptima entrada, las gaviotas lleguen al parque. Las aves han relacionado esa canción y sus vibraciones con la oportunidad de encontrar comida en el AT&T Park.

El problema no parece tener solución fácil y por ahora, los peloteros están resignados a convivir y sortearlas a las gaviotas en batazos elevados a los jardines.

Ante tanta ave alrededor, sólo podría ser cuestión de tiempo para ser testigos de otra increíble e inesperada coincidencia como la que llevó hace 15 años a Randy Johnson a matar a una paloma con un pitcheo a home.