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CROACIA 33 - BIELORRUSIA 24

Croacia impidió que el partido ante Bielorrusia tuviera historia

Croacia dejó sin historia la eliminatoria de octavos en un choque en el que quedó patente la superioridad de los balcánicos.

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El central de Bielorrusia, Siarhei Shylovich, lucha la posición con el extremo de Croacia, Zlatko Horvat, durante el encuentro de octavos de final del Mundial de balonmano España 2013 que se disputa esta tarde en el Pabellón Príncipe Felipe, en Zaragoza.
El central de Bielorrusia, Siarhei Shylovich, lucha la posición con el extremo de Croacia, Zlatko Horvat, durante el encuentro de octavos de final del Mundial de balonmano España 2013 que se disputa esta tarde en el Pabellón Príncipe Felipe, en Zaragoza. Javier CebolladaEFE

Croacia dejó sin historia la eliminatoria de octavos de final del Mundial de España 2013 de balonmano ante Bielorrusia, en un choque en el que quedó patente la superioridad de los balcánicos que confirmaron su condición de aspirantes al título. Los croatas no dieron la más mínima opción a la duda y a los cinco minutos iniciaron su despegue en el marcador ante un adversario que era incapaz de hallar soluciones para desbordar a la muralla defensiva que conformaba su adversario con hombres por encima de los dos metros.

Los bielorrusos únicamente hallaban algún resquicio en la línea de seis metros para poder conseguir batir a Mirko Alilovic que veía como sus compañeros le hacían la mayor parte del trabajo. El equipo de Slavko Goluza tan solo perdió un balón en los primeros treinta minutos y recuperó hasta diez, lo que le permitió explotar al máximo la velocidad de su máximo goleador, el pequeño extremo Ivan Cupic que, con 8-4 en el electrónico, había anotado la mitad de los tantos de su equipo.

Al cuarto de hora de juego ya habían superado los cinco goles de ventaja los balcánicos (10-4), en el único momento que concedieron al conjunto dirigido por Uladzimir Zhuk que anotase un pírrico parcial de 0-2. La apisonadora croata mantuvo impasible su ritmo y pronto saltó la barrera de los diez goles para llegar hasta trece de diferencia (21-8) a escasos segundos para irse al vestuario.

Las rotaciones y los minutos para los jugadores menos habituales se pusieron en marcha por parte de ambos entrenadores que ya daban por zanjada la eliminatoria cuando todavía quedaban por disputar más de cuarenta minutos. La segunda mitad dio poco más de si que para conocer el resultado final de esta eliminatoria que ya llevaba bastantes minutos resuelta.

En los primeros minutos, los croatas mantuvieron el ritmo para alcanzar su máxima ventaja del encuentro (24-11). El partido estaba visto para sentencia y los bielorrusos mantuvieron el pundonor de seguir peleando por dejar en el marcador un resultado decoroso. La presencia de los suplentes en pista permitió al equipo de Uladzimir Zhuk rebajar la diferencia hasta los ocho tantos (30-22) ya dentro de los diez últimos minutos, cuando de nuevo los croatas volvieron a imprimir una velocidad más al choque. Finalmente los bielorrusos consiguieron que el marcador reflejase una diferencia inferior a los diez tantos.