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El relevo campeón en K-1 200: "Se rozó la perfección"

"Es un logro muy bonito poder decir que España sigue siendo el único país del mundo que ha logrado ganar el relevo K-1 desde que ha sido creado, hace tres años", dicen los vencedores.

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El relevo campeón en K-1 200: "Se rozó la perfección"

Los campeones del mundo Saúl Craviotto, Ekaitz Saies, Pablo Andrés y Carlos Pérez Rial, integrantes del relevo K-1 200 español que hoy ha logrado proclamarse campeón del mundo en Hungría, han dedicado su éxito al fallecido Amando Prendes, y han coincidido en celebrar la que consideran una actuación "rozando la perfección".

"Ha sido fantástico, es un logro muy bonito poder decir que España sigue siendo el único país del mundo que ha logrado ganar el relevo K-1 desde que ha sido creado, hace tres años", ha subrayado el catalán Saúl Craviotto, que valora la circunstancia de que "cada año más países, incluidas las principales potencias, se apuntan a esta prueba".

Craviotto ha reconocido que el desconsuelo que ha encajado junto a Carlos Pérez Rial, su compañero del K-2 500 campeón olímpico, por la imposibilidad de disputar la final A y la lucha por la clasificación para los Juegos Olímpicos, obtiene cierta compensación, si bien la sensación es "agridulce".

Ambiente grandioso

El gallego Carlos Pérez Rial, que ha coincidido con Craviotto en el poso que les deja el Mundial 2011, ha enfatizado "lo bonito que es remar en una pista como esta, con este ambiente tan grandioso". Ha bromeado el pontevedrés sobre la cifra, que cuantifica en más de 60.000 espectadores el número de asistentes al Mundial 2011, en la que es conocida como la meca del piragüismo. "Esa cantidad no la reunimos en España ni en 10 años contando todas las competiciones de cada temporada", ha dicho.

Pérez Rial admite que las condiciones en las que paleó en la que sería la última posta, con el agua muy movido, no es un problema para él. "Estoy acostumbrado y me gusta, yo aprendí a remar en mi pueblo en la ría de Aldán, en Rías Baixas; lo que bien se aprende, no se olvida", ha comentado.

El vasco Ekaitz Saies ha abandonado emocionado el podio: "Esto es increíble para mí", ha señalado al recordar los percances que ha sufrido en los últimos meses. "En diciembre estaba tirado en el suelo, con una pierna rota, esperando que llegara la ambulancia a recogerme, y hoy soy campeón del mundo".

Espíritu de equipo

"El relevo es diferente y muy bonito", ha festejado Saies al comparar el "ambiente tan entrañable" que ha vivido junto a sus tres compañeros, en comparación con la "soledad" que implican las embarcaciones individuales.

"Esta es mi pista favorita, en ella debuté en mi primer Mundial, en 2006, y en el 2008 volví a la Copa del Mundo, logrando un bronce en K-1 200", ha declarado Saies, al que su triunfo hoy en la final B de K-1 200 podría facilitarle el acceso a Londres 2012.

El castellano-leonés Pablo Andrés ha reconocido que las adversidades encajadas por sus tres compañeros de relevo, por sus malos resultados en las pruebas en las que buscaban el pase a Londres, sabía que "tenía que intentar dar el cien por cien" y "dar ánimos para ayudar".

"Es un lujo compartir cartel con estos compañeros, así que no importa cual es el que está más bajo en ese momento; hemos vuelto a ser campeones del mundo porque tenemos un gran potencia, y también en los instantes menos favorables sabemos ser tremendamente competitivos".