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HOCKEY | EUROLIGA

El Club de Campo cae en la final ante el HGC por 1-0

Un tanto a diez minutos del final de Timmo Kranstauber sentenció la final de la Euroliga de hockey, en el que el equipo madrileño luchó hasta el final.

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El Club de Campo de Madrid perdió la final de la Euroliga masculina de hockey ante el anfitrión de la ronda definitiva, el HGC holandés, por 1-0.

Un tanto a de penalti-stroke a diez minutos del final de Timmo Kranstauber, clave también en la víspera, sentenció el encuentro, en el que el equipo madrileño luchó hasta el final e incluso tuvo opciones para obtener un premio mayor.

El equipo en el que milita el español Rodrigo Garza, que ganó en semifinales al Oranje Zwart y que ya ganó la Euroliga hace dos temporadas con el Bloemendaal, también holandés, pudo celebrar por fin el éxito con su incondicional afición, que llenó los graderíos y festejó el título de manera muy entusiasta.

El partido ofreció mucha más emoción por la importancia de la cita que por el juego desplegado, ya que el miedo a encajar un gol y el respeto mutuo condicionó a ambos equipos, que imprimieron un ritmo lento a la bola y apenas llegaron al área rival hasta el penalti-strocke decisivo.

Hasta ese momento las llegadas fueron escasas. Una internada de Edi Tubau, el más activo de los atacantes españoles, que sacó a córner Sam van der Ven, fue la única opción del Club de Campo y el HGC aportó dos tiros desviados de Kranstauber y Seve Van Ass y un centro al área que acabó en el poste tras rebotar en Xavi Trenchs y en un delantero holandés.

Cuatro acercamientos al área y poco hockey para toda una final de la Euroliga que se decidió en una jugada aislada en la que Seve van Ass se adentró en el área española y forzar un penalti-córner a Oli Markovsky.

La pena fue festejada como un gol por la grada, consciente de la garantía que supone el stick de Kranstauber (con ocho goles en catorce intentos en la Euroliga). Y no era para menos: el disparo de Kranstauber se estrelló en la máscara de Bosco Pérez-Pla y el colegiado Blasch no lo dudó: penalti-strocke.

El considerado sucesor de Taeke Taekema en Holanda no perdonó a pesar de que Xavi Trenchs adivinó sus intenciones y puso por delante a los suyos.

El 0-1 obligó al Club de Campo a un ataque continuo en los últimos minutos y, esta vez sí, las llegadas al área sembraron el pánico entre la afición del HGC.

Eric Jan-Iding, en una bola suelta que salvó desde el suelo van der Ven, Willy Shickendantz, en un penalti-córner que se marchó alto, y Andrés Mir, con un revés en los últimos segundos que desvió a córner van der Ven, acariciaron el empate, aunque la portería del HGC se mantuvo intacta permitiendo que los de La Haya transformen lo que había sido una mala temporada (novenos de la RaboHoofdklasse) en la mejor campaña de su historia.

El canadiense Rob Short, defensa del cuadro tulipán, fue elegido mejor jugador de la fase final, por la gran labor cuajada en la semifinal y en este encuentro, en el que el Club de Campo rozó la gloria pero se le escapó entre los dedos.

De ahí, la decepción final de los jugadores en el campo, donde, como el meta Xavi Trenchs, estuvieron varios minutos tumbados lamentando la derrota de manera desconsolada.

El HGC repite el título que ya logró en 2009 y se une al selecto grupo de campeones en los que figuran el UHC Hamburgo (2008 y 2010) y el Bloemendaal (2009), mientras que el subcampeonato del Club de Campo representa el mejor resultado de un equipo español.

El Club de Campo se queda con la miel en los labios una semana después de perder la final de la Liga ante el Atlétic de Terrassa. Los dos subcampeonatos y la victoria en la Copa certifican el nivel del conjunto madrileño, instalado entre la élite continental.

En el partido por el tercer puesto el Reading inglés ganó por 3-2 al Oranje Zwart de David Alegre y Marc Sallés.

En la Euroliga femenina, el Den Bosch holandés se confirmó un año más como el dominador al derrotar en la final al Leicester inglés por 4-1 y sumar su duodécimo título consecutivo.