El BM. Ciudad Real se impuso en el duelo castellano-manchego al Cuenca 2016, por 33-36, más ajustado de lo previsto antes del partido, pero que refleja un poco lo que fue un encuentro que a falta de diez minutos para el final tenía sentenciado el líder, 23-30.

La reacción del conjunto local con un sorprendente parcial de 5-0 puso la emoción en el luminoso, aunque al final, como ya ocurrió en Valladolid en la última salida, el Ciudad Real supo manejar los momentos importantes para imponerse con relativa claridad.

El inicio del partido dejó claro el objetivo del campeón de Europa. Un parcial de 0-3 en apenas dos minutos, puso tierra de por medio y evitó cualquier inicio sorprendente del conjunto local que, poco a poco, fue recortando la diferencia gracias a cuatro balones perdidos en el ataque visitante porque las defensas prácticamente no existieron y los porteros, en ambos equipos, pasaron muy inadvertidos. De ahí, que al descanso se llegara con un marcador de 18-20.

La labor encomiable del Cuenca 2016 en el ecuador del primer tiempo le permitió empatar el partido, 12-12, en el minuto 19. Incluso Markovic pudo poner por delante a su equipo en un claro contraataque que rechazó Sterbik, en lo que fue la única parada de seis metros entre los cuatro porteros en esta primera parte.

Sin embargo, en la recta final de los primeros 30 minutos, el Ciudad Real supo combinar muy bien con el pivote Aguinagalde lo que rompió el sistema defensivo local y le permitió llegar con ventaja de dos tantos al descanso. El partido, no obstante, estaba más igualado de lo previsto.

El segundo tiempo tuvo dos partes totalmente diferenciadas. En la primera de ellas, hasta el minuto 50, el Ciudad Real demostró su calidad y rompió definitivamente el partido, llegando a alcanzar la ventaja de siete goles, 23-30, en el minuto 42.

El Cuenca 2016 acusó el esfuerzo de la primera parte y sus ataques no tenían la misma calidad, además de perder balones y de acusar la inferioridad por cuatro exclusiones.

Parecía el partido sentenciado para el líder que encontraba con mucha facilidad respuestas para todo, hasta la de Sterbik en la portería.

Pero llegado el minuto 50, todo cambió. Bozic volvió a la portería local y empezó a parar todo lo que le lanzaban. Eso propició rápidos contraataques conquenses y, en cinco minutos, el equipo local consiguió un parcial de 5-0 que dejó a su equipo a un gol, 32-33, a falta de cinco minutos para el final.

La exigencia en el Cuenca 2016 había sido mucha y necesitaba no fallar para intentar dar la sorpresa, pero dos lanzamientos a la desesperada, no encontraron el premio y el Ciudad Real pudo vivir plácidamente un minuto final con tres tantos de margen.