España, vigente campeona, se despidió del Europeo de Voleibol, que se está disputando en Turquía, con una nueva derrota (3-1), en esta ocasión ante Francia, que se jugaba su presencia en las semifinales y que selló su billete para luchar por las medallas en la cita continental.

Francia saltaba a la cancha consciente de lo que había en juego, mientras que los de Julio Velasco no se jugaban nada en el día de hoy. Ese extra de motivación fue lo que otorgó al equipo de Philippe Blain una velocidad más que sus rivales y de que llevasen el ritmo del encuentro.

En el primer set, los galos dominaron gracias al acierto en ataque de Rouzier (16-13). España, sin embargo, tiró de casta para no dar el set por perdido, y se mantuvo al alcance de sus rivales con una desventaja de dos o tres puntos. Francia, a quién le costaba cerrar la manga, no cedió y se adjudicó el primer set (25-21).

La ''roja'' no empezó bien la segunda manga y firmó un aciago arranque de parcial, demostrando una inoperancia ofensiva que colocó a su rival con un contundente 9-1 de salida. Los de Julio Velasco despertaron algo en la segunda parte del set, mediante una buena racha de bloqueos, pero la losa en contra era demasiado pesada y Francia finiquitó el parcial con comodidad 25-15.

España, consciente de que era su adiós a la competición, plantó cara a Francia en el inicio de la tercera manga (9-9), aprovechando, además, los errores de los galos (17-19). La ''roja'' se lo creía y tras salvar un punto de partido, se adjudicó esta manga sorprendiendo a los ''bleus'' en la segunda pelota de set de la que dispuso.

Con el 2-1 en contra, Julio Velasco, fiel a su estilo, dejaba en pista a los miembros más jóvenes de la plantilla, formando con Sergio Noda y Marlon Palharini por las alas, Juan Carlos Barcala de opuesto y Alberto Salas de central, y únicamente con Miguel Ángel Falasca y Julián García-Torres como veteranos, y fue en estos momentos cuando la campeona de Europa firmó sus mejores minutos de juego.

Sin embargo, esta racha sólo duró hasta después del segundo tiempo técnico, ya que la efectividad de los centrales franceses y los ataques de Rouzier terminaron por acabar con la resistencia de España y cerraron el parcial por 25-17.