El partido comenzó a un ritmo más bajo del habitual durante la competición regular, cosa lógica tras el ligero parón vivido desde que acabó la Liga. Ese ritmo benefició a los jugadores del Athletic que lograron, en los primeros diez minutos, ponerse por delante en el marcador (3-0) gracias al acierto de Julen Guerrero que consiguió dos de los tres tantos rojiblancos. La Real Sociedad parecía incapaz de conseguir meterse en el compromiso, pero una vez que el partido cambió de velocidad, los donostiarras mostraron una mejor cara ante los bilbaínos.
El equipo txuri-urdin se amparó en esa nueva marcha para tener más tiempo la pelota y merced a ese control, necesario en el fútbol indoor, acercarse en el marcador. Primero Zudaire y después Oscar Campo arrimaban a los blanquiazules hasta el 3-2 con el que el partido tomó rumbo a los vestuarios para reponer fuerzas y afrontar la segunda mitad. El primer acto dejó también el estreno en este deporte de Iñigo Idiakez con los donostiarras, dejando unas sensaciones muy buenas.
La segunda parte comenzó con el mismo patrón con el que había terminado la primera. La Real Sociedad seguía siendo el equipo que ponía el ritmo al encuentro y, así, en los primeros instantes del segundo acto lograba tener las mejores oportunidades, mientras que Iker Álvarez pasaba más desapercibido. Pese a ello, fue Lambea (4-2) él que puso de nuevo distancia para los rojiblancos pero dos goles de Idiakez en menos de un minuto acercaron a la Real Sociedad hasta el empate a cuatro y dos de Irazoki permitieron a los guipuzcoanos colocarse 4-6 tras haber realizado un parcial de 0-4.
El Athletic no iba a tirar la toalla, no es su estilo, y puso en el partido todo el empeño necesario para intentar mantenerse con vida. Así llegó un expectante 5-6 conseguido por Larrainzar, pero fue de nuevo el gran protagonista del encuentro, Idiakez, el que marcaría el 5-7 que a la postre resultaría definitivo y que sirve a los de Jesús Larrañaga para ganarse la plaza en la semifinal.