El Pevafersa se escapó en la segunda parte para colocarse tercero

Balonmano | Asobal

El Pevafersa se escapó en la segunda parte para colocarse tercero

Cumpliendo con su condición de favorito, el Pevafersa Valladolid se impuso de manera clara en su visita a Cuenca con un resultado, 29-34, que no refleja las dificultades que durante muchos minutos tuvo el conjunto de Juan Carlos Pastor, no sólo durante la primera parte, que la terminó perdiendo, sino también en muchos momentos de la segunda.

Al final, la superioridad técnica y física de Valladolid se impuso en la recta final del partido, cuando el Cuenca 2016 estaba a punto de igualar el marcador. Con esta victoria, el Pevafersa da un paso de gigante para conseguir la tercera plaza, depende de él, y clasificándose para la Liga de Campeones. Está a punto de hacer historia. Por su parte, habiendo ganado el Alcobendas, el Cuenca 2016 está obligado a puntuar el próximo sábado en Almería para certificar su salvación.

La primera parte tuvo un comienzo efectivo por parte del conjunto vallisoletano que le permitió poner el 0-3 en el luminoso. Poco a poco, los conquenses empezaron a afinar su ataque lo que, unido a las buenas intervenciones del meta Oliva, permitió el acercamiento en el marcador que a partir de las quince minutos se estrechó hasta el mínima diferencia.

El encuentro entró en la dinámica de un gol arriba para los visitantes y respuesta rápida, con el empate, para los locales. En los últimos quince segundos antes de llegar al descanso, el Pevafersa Valladolid cometió un error en el ataque y eso permitió la jugada rápida de Markovic y el 16-15, anecdótico porque era la primera vez que el Cuenca 2016 se ponía por delante en el marcador.

Tras el descanso, el conjunto visitante tardó dos minutos en empezar a darle la vuelta al luminoso. Tras el 17-17, un parcial de 1-5, prácticamente sentenció el partido. Los vallisoletanos no bajaron de los cuatro goles en momento alguno ante un rival que no encontraba la facilidad de la primera parte para conseguir gol.

Parte de la culpa la tuvo el portero Sierra que con seis paradas desde los seis metros, detuvo en seco el ataque conquense, lo justo como para no pasar apuros. Tan sólo, con el 25-27 en el minuto 48, el Cuenca 2016 vio posibilidad de conseguir la proeza, pero tres jugadas consecutivas falladas en el ataque, no exentas de crítica hacia los árbitros, terminaron por acabar con la resistencia del conjunto conquense que hizo todo lo que pudo ante un equipo que se mostró como un rodillo y supo mantener la serenidad cuando lo necesitó.