La alpinista española Edurne Pasaban espera ser la primera mujer en el mundo en hollar los catorce 'ochomiles' del planeta, algo a lo que también aspiran la italiana Nieves Meroi y la austríaca Gerlinde Kaltenbrunner, aunque ha asegurado que esta meta "no va a ser ninguna carrera, ni ninguna competición". La guipuzcoana ha advertido, en declaraciones a Efe, que el deporte que practican "tiene un riesgo muy elevado", y por eso "hay que tener los pies en el suelo", y ninguna de las tres montañistas se lo plantean "como una carrera".

A Edurne Pasaban le faltan por conquistar las cimas del Kangchenjunga (8.598 metros), Shisha Pangma (8.046 metros) y el Annapurna (8.091 metros), que afrontará por este orden, para convertirse en una leyenda del montañismo mundial, algo que "podría lograr en 2010, aunque en un deporte como el nuestro nunca se sabe si lo que dices luego puedes cumplirlo", ha comentado.

La alpinista guipuzcoana intentará ascender el próximo mes el Kangchenjunga, cuya expedición comenzará el día 30 de marzo, que sería el duodécimo 'ochomil' de su carrera. Quizá sea la ascensión menos complicada de las que le restan a Pasaban, ya que "el Annapurna es una montaña complicada, y la he dejado para el último momento, mientras que el Kangchenjunga también tiene muchas dificultades, con lo que, de las tres que me quedan, dos son muy complicadas".

Edurne Pasaban, por otra parte, ha dejado claro que cuando logre culminar su reto seguirá vinculada a la montaña, aunque no seguirá el ritmo actual de expediciones: "porque no me veo como Juanito Oiarzabal, con veintidós ochomiles, sino que me veo haciendo otro tipo de viajes y de aventuras". La guipuzcoana llegó hoy a León para participar en las I Jornadas de Alpinismo y Aventura que organiza el también alpinista Jesús Calleja, y cuyas ponencias se desarrollan en la Obra Social de Caja España de la capital leonesa hasta este viernes.