El equipo navarro, que encaró el último minuto con empata a 27 y con posesión de balón, perdió por sorpresa un balón para amarrar la clasificación y permitió al Handbold armar un contraataque en el que Arnarsson no perdonó para lograr la primera victoria de su equipo en esta fase en la que ya no se jugaba nada. El Portland todavía dispuso de 11 segundos para intentar igualar el partido y clasificarse así para cuartos, pero el mazazo del gol y un gran desconcierto al no parar los árbitros el crono, sin que los antonianos pudieran sacar de centro, le dejaron fuera de la máxima competición continental.
Ya desde los primeros compases el conjunto antoniano saltó a la cancha sin apenas tensión defensiva, aunque la efectividad en el lanzamiento de Kjelling y Malmagro le permitieron hacerse con el mando del partido (7-10, m.15). El Handbold no se jugaba nada en el partido, pero no estaba dispuesto a regalar la victoria en su despedida de Europa.
Aprovechando la falta de intensidad de la retaguardia navarra y varias pérdidas de balón en ataque, el conjunto danés fue recortando diferencias merced al lanzamiento exterior de Rajkovic y Klaus Bruun para voltear al marcador y llegar al descanso con una mínima ventaja (15-14). Saric entró en la segunda parte en sustitución de Svensson en la portería y el Portland se puso momentáneamente las pilas. La conexión con el pivote Nikolic empezó a funcionar y el conjunto navarro volvió a conseguir un colchón de 3 goles (16-19, m.35).
Sin embargo, el cansancio, la falta de agresividad defensiva y un Handbold mucho más metido en el partido propiciaron que el Portland perdiera de nuevo la cara al encuentro para que el bloque danés le endosara un parcial de 6-1 con un destacado Hammer, para recuperar el mando (22-20, m.42). A partir de ese momento, los nervios afloraron en el seno del conjunto navarro y, aunque el guardameta Nielsen cuajó una brillante actuación, el Portland logró igualar a falta de 3 minutos (27-27). Sin embargo, no supo serenar el choque y desperdició una última posesión de oro, para quedar fuera de Europa en un final desconcertante de partido.
