Cerca de 10.000 espectadores asistieron en el palacio Omnisports de París-Bercy a la actuación de Hooker en un país donde la pértiga es una de las pruebas más queridas del programa atlético.
Hooker, que ya había saltado este año 6,01 en Nueva York y 6,06 en Boston (segunda mejor marca de la historia y la mejor del mundo desde hace 15 años), necesitó hoy tres intentos para superar los seis metros justos y luego volvió a atacar, sin éxito, el récord del mundo de Sergey Bubka con el listón en 6,16.
El francés Romain Mesnil y el estadounidense Derek Miles se habían quedado en 5,72, sólo diez centímetros por encima de la marca con la que Hooker comenzó su concurso.