El Arrate supera al Cuenca 2016 en un partido de altibajos

El Arrate supera al Cuenca 2016 en un partido de altibajos

El Arrate despidió el año con la victoria que deseaba para confirmar su reacción de las últimas jornadas, aunque en realidad el resultado fue mejor que el juego esbozado ante el Cuenca 2016 en un partido de demasiados altibajos por parte de unos y otros.

El arranque del partido favoreció al conjunto visitante, que a los seis minutos ganaba 0-3, con tantos de Grosas (2) y Sabonis, mientras el equipo de Eibar comenzaba a estrellarse con reiteración ante un acertado Jorge Oliva. De nuevo los problemas para atacar han vuelto a lastrar a los guipuzcoanos, que en el minuto 12 perdían 3-6 y resistían a base de penaltis, aunque además de los tres transformados desperdiciaron otros tantos.

Entre Oliva y las buenas prestaciones de Mendoza en el pivote sostenían a un Cuenca 2016 agresivo en defensa y con más problemas ante el portal contrario, sobre todo cuando el Arrate terminó de ajustar su 6-0 y así empezó a estrechar las diferencias. Sólo en los instantes previos al descanso los locales se hicieron dominadores del partido, porque en el minuto 24 Kobin forzaba el 8-8 y, tras el 9-9, era Rudovic quien ponía por vez primera en ventaja a los suyos (10-9).

Arrieta amplió a dos la renta eibarresa al descanso (11-9) y, ya de vuelta a la cancha, entre Jurkiewicz y Beljanski colocaban el 13-10. El cuadro conquense no se rindió en ningún momento y todavía en el minuto 36 forzaba una nueva igualada, tras un parcial de 0-3 rubricado por Grossas. Sin embargo la fase decisiva del choque llegó a continuación, coincidiendo con la entrada en escena del meta local Iñaki Malumbres, que levantó a los suyos y propició unos minutos de mayor acierto ofensivo hasta alcanzar una máxima renta de seis goles: 23-17 y luego 24-18.

El duelo parecía resuelto, con sólo siete minutos por delante, pero, al igual que en los instantes iniciales, el Arrate se empeñó en venirse abajo y favoreció la reacción del Cuenca 2016, que apretó los dientes y a punto estuvo de levantar un resultado imposible. Aunque Julián Ruiz pidió tiempo muerto para serenar los ánimos, no lo consiguió y, después de quedarse en inferioridad numérica, Markovic llevaba la intranquilidad a la afición local al anotar el 24-22.

Quedaba tiempo suficiente para echar por la borda el encuentro y, cuando Markovic se fue en solitario hacia el portal de Malumbres, seguramente el técnico local se temió lo peor. Pero el gran meta navarro emergió para realizar una gran intervención y asegurar los dos puntos, ya que a pesar de volver a errar en ataque en la acción siguiente, cuando esta vez sí Markovic colocó el definitivo 24-23 ya no quedaba tiempo para más.