El Teucro, pese a su notable esfuerzo, tan sólo fue capaz de aguantar durante veinte minutos el ritmo del Barcelona, al que le bastó su mayor profundidad de banquillo y, sobre todo, su letal juego de contraataque para hacerse con un triunfo (25-32) en su visita a Pontevedra.

Después del mazazo que supuso la derrota en el Palau ante el Ciudad Real, el Barcelona tenía una buena oportunidad para lavar su imagen en su visita a Pontevedra, pero los de Manolo Cadenas no lo supieron aprovechar.

El juego del equipo catalán volvió a dejar muchas dudas durante varias fases del encuentro. Cadenas presentó de inicio un equipo con varios jugadores de los menos habituales, aunque eso no debe servir de excusa a los catalanes, ya que enfrente tenían a un Teucro mucho más limitado y que ha llegado al tramo final de la primera vuelta muy castigado por la escasez de banquillo.

El choque se mantuvo igualado hasta que al Teucro se le acabó la gasolina. Los gallegos aguantaron hasta el minuto 20 del primer tiempo, momento en el que su rival, mucho más fresco por las rotaciones, logró escaparse en el marcador tras un contundente parcial 1-6 en diez minutos (11-16, descanso). Hasta ese momento el Barcelona sólo había dado muestras de superioridad por los errores de su rival. Sobrepasado el minuto diez de juego, el Teucro, con un ataque alocado, se estrelló contra la defensa visitante, favoreciendo el letal juego de contraataque de los de Cadenas (4-7, m.11).

El técnico gallego, Víctor García "Pillo", detuvo el ciclón catalán con un tiempo muerto, y tras el parón su equipo, liderado por el lateral Markicevic, logró darle la vuelta al choque (10-9, m.19).

Entonces, Manolo Cadenas, muy enfadado por el juego que estaba mostrando su equipo, reaccionó con un nuevo tiempo muerto. La bronca del técnico leonés a sus jugadores sirvió de revulsivo. El Barcelona ganó en intensidad, y al Teucro se le empezó a atragantar el 6-0 defensivo de los catalanes.

Del 10-9 con el que el Teucro entró en los últimos diez del primer acto se pasó 11-16 del descanso, demasiado premio para un Barcelona al que, a pesar de la inversión en fichajes, todavía le falta mucho para poder ser de nuevo un equipo temible.

Claras ventajas

En la segunda parte el choque no tuvo demasiada historia. El equipo de Cadenas siempre jugó con cómodas ventajas de cinco y seis goles en el electrónico (13-18, 19-24), por lo que su victoria nunca peligró.

En los últimos minutos, aunque el Teucro nunca se entregó, al Barcelona le bastó con mantener el nivel defensivo y explotar la velocidad de sus extremos para ir aumentando su ventaja hasta alcanzar los siete goles (25-32) que reflejó el marcador final.