El conjunto navarro que llegó a gozar de una ventaja de cinco goles mediada la segunda mitad (21-26), a pesar de jugar buena parte del tiempo en inferioridad numérica, acusó de nuevo las bajas y el desgaste físico de algunos de sus jugadores, lo que unido a varias decisiones arbitrales en contra terminó por descentrarle permitiendo al conjunto esloveno dar la vuelta al marcador y lograr su primera victoria en la Liga de Campeones.

En la primera mitad el conjunto antoniano jugó a ráfagas. El Cimos Koper comandó el electrónico en los minutos iniciales, aunque el Portland aprovechó una superioridad en sus filas para voltear el marcador (4-5, minuto 10).

El equipo esloveno, muy rápido en las transiciones defensa-ataque, impuso un ritmo muy alto al partido que el mermado equipo navarro acusó permitiéndole endosar un parcial de 5-0 que obligó al técnico del Portland, Chechu Villaldea a solicitar tiempo muerto (11-8, minuto 19).

El Cimos Koper continuó por delante aprovechando el acierto en su portería y la efectividad de Stojanovic y Brumen, pero el Portland lejos de venirse abajo se creció con los cambios y la entrada de un renqueante Malmagro en pista le dio alas para limar las diferencias y marcharse al vestuario con una mínima ventaja a su favor (15-16).

Tras la reanudación el Portland no perdió la cara al partido pese a jugar buena parte del tiempo en inferioridad por las exclusiones. Ajustó su defensa, Saric comenzó a parar y liderado por Vugrinec y Ruesga en la primera línea se creció ante la adversidad colocando con un contragolpe mortal un esperanzador 21-26 en el minuto 46 en el marcador.

Sólo el guardameta esloveno Voncina con una espléndida actuación impidió al Portland romper definitivamente el partido. Entonces el Cimos Koper espoleado por varias decisiones arbitrales en contra del equipo navarro, logró meterse de nuevo en el partido y dar la vuelta al marcador aprovechando el cansancio de un exhausto Portland que vio como se le escapaba el triunfo en los minutos finales.