La ausencia definitiva de Oleg Veliky, que tuvo que abandonar el Europeo tras lesionarse gravemente en la rodilla en la primera jornada, va camino de convertirse en un serio problema para el vigente campeón mundial. El mal estado de forma de Pascal Hens, muy errático en el lanzamiento, carga casi toda la responsabilidad ofensiva en el lateral derecho Holger Glandorff, que al igual que el jugador del Hamburgo necesita de un veloz juego y de distancia para sacar su máximo rendimiento.
No obstante, fueron los goles de Glandorff, así como los del extremo izquierdo Torsten Jansen los que permitieron a Alemania transitar toda la primera parte por delante en el marcador, aunque sin lograr distanciarse definitivamente de los magiares. Una Hungría que pese al apagón que sufrió el jugador del Barcelona Laszlo Nagy, tras un buen arranque de partido, demostró que su clara victoria sobre España no fue fruto de la casualidad.
Así los magiares, que hoy apostaron en la portería por Nandor Fazekas en lugar de Puljezevic, uno de los verdugos del equipo español, lograron llegar al descanso tan sólo un tanto (12-13) en el marcador, tras enjugar una máxima renta germana de tres goles (7-10) a los veinte minutos de juego. Una igualdad que persistió, aunque siempre con Alemania por delante en el marcador, hasta la irrupción del cancerbero Johannes Bitter y, sobre todo, el despertar definitivo de Hens que una vez que pudo jugar a la carrera comenzó a sacar partido de sus imponentes 203 centímetros de altura.
Los goles del jugador del Hamburgo -cuatro al final del partido- dispararon a los de Heiner Brand en el marcador, que ya lucía un claro 17-23 para los teutones poco antes del ecuador del segundo tiempo. Pero Hungría, empeñada en ser la sorpresa de este campeonato y con un parcial de 4-0 en los siguientes cuatro minutos, volvió a engancharse (21-23) a un partido, que se complicaba inesperadamente para el conjunto alemán.
Complicaciones que pudieron acentuarse todavía si cabe un poco más, pero los magiares no supieron aprovechar la exclusión de Roggisch, todo lo contrario que los alemanes, que sacaron el máximo partido a su superioridad numérica, tras los dos minutos castigados a Mocsai, para atar definitivamente la victoria (24-28)
