La nadadora francesa Laure Manaudou, campeona olímpica y mundial, volverá a su país para ser entrenada por su hermano Nicolas tras ser expulsada del club italiano en el que militó en los últimos meses, según ha declarado hoy el padre de la deportista.
La página internet del diario "L'Équipe" publica unas declaraciones de Jean-Luc Manaudou en las que confirma que ha hablado con su hija y ha dado su consentimiento para entrenarse en Ambérieu (este de Francia) a las órdenes de su hermano Nicolas, que tiene un año más que la nadadora.
Laure Manaudou ha sido protagonista en el último año de una historia a medio camino entre lo deportivo y lo romántico que apasiona a los franceses, quienes consideran a la nadadora como su deportista preferida tras la retirada del futbolista Zinedine Zidane.
En el verano de 2006 conoció al nadador italiano Luca Marin y desde entonces ambos viven un romance que hizo que la joven abandonara Francia para entrenarse en Italia.
La decisión de marcharse fue favorecida por la tormentosa ruptura de la ondina con su entrenador de toda la vida, Philippe Lucas, cuyos rigurosos métodos de entrenamiento la habían hecho una figura relevante pero también sentirse excesivamente atada.
Laure se afilió entonces al club LaPresse de Turín, que hace unos días rescindió el contrato, porque sus dirigentes están descontentos con el comportamiento de la nadadora, a la que ven ahora poco comprometida con el trabajo.
La joven, que en octubre cumplirá veintiún años, ha empezado unas vacaciones con su novio, pero volverá a finales de mes para incorporarse al centro deportivo de Ambérieu a las órdenes de su hermano Nicolas.
El nuevo entrenador de la campeona también se encarga de dirigir las sesiones del hermano menor de la saga Manaudou, Florent, que acaba de ganar el título nacional francés de cincuenta metros libre en categoría juvenil.
