Romero guía a España a su tercera final continental

Europeo Suiza | España 34 - Dinamarca 31

Romero guía a España a su tercera final continental

Romero guía a España a su tercera final continental

REUTERS

La selección española estará en el final de mañana frente a Francia. Esta es la premisa principal que se puede extraer de un partido en el que España no certificó su triunfo hasta los cinco últimos minutos.

El combinado de Juan Carlos Pastor tuvo que emplearse a fondo para doblegar a una correosa selección danesa que planteó el encuentro de forma eficaz. Sin embargo, España tiene un jugador soberbio, colosal, que responde al nombre de Iker Romero. El central del Barcelona volvió a ser el jugador más determinante de la selección, y con diez goles, lideró una trabajadísima victoria por 34-31.

El partido tuvo un inicio fulgurante, loco. Los goles españoles encontraban una rápida respuesta en los daneses, que escudados en la táctica de su técnico, el bravucón Ulrik Wilbek, plantearon una más que eficiente defensa 6-0. A ello debemos sumarle la aportación del pivote Michael Knudsen, que hizo muchísimo daño a España desde la línea de los seis metros, como lo demuestran los tres goles que consiguió en los primeros doce minutos. Sin embargo, España no le perdió la cara al partido y se agarró al tremendo poderío de Iker Romero y Alberto Entrerríos para obtener su primera renta del partido (5-3).

Dinamarca, conducida a la perfección por el central Jensen, se aprovechó de las deficiencias en el pase de los españoles y comenzó a mandar en el partido. A todo ello debemos sumarle la mala selección de tiro por parte del equipo español, que propició sucesivos cortes de balón que fueron culminados por Christiansen y Stryger. Con una selección plagada de dudas, emergió la figura de Albert Rocas, un verdadero teórico de los siete metros, para devolver a España al partido.

Antes de llegar al descanso, despertó una de las principales bazas del combinado español, la conexión formada entre Chema Rodríguez y Rolando Uríos. La fuerza del pivote hispano-cubano fue determinante para frenar el empuje ejercido por los goles de Knudsen y evitar así que Dinamarca llegase al descanso con una renta mayor (15-16).

Romero, siempre Romero

Tras el descanso, la selección salió dispuesta a voltear el marcador y consiguió un parcial de 3-0 gracias al acierto de Rocas, Uríos y Garabaya (18-16). A pesar de todo, los españoles seguían fallando en el pase, lo que permitió que Dinamarca recortase distancias bajo la batuta del lateral Spellerberg.

Cuando peor lo estaba pasando España, emergió la figura de los dos verdaderos titanes de esta selección. Por un lado, Iker Romero, un auténtico 'bombardero', anotó cuatro goles seguidos y lideró la reacción española. Y por otro, David Barrufet, el gran Barrufet, volvió a ser providencial al detener cualquier atisbo de levantamiento danés.

Desaparecido Knudsen, en los instantes finales del partido apareció la picardía y el acierto de Juanín García. España, muy inteligente, comenzó a ralentizar sus ataques y aprovechó los desajustes de la defensa danesa para manejar correctamente rentas de tres y cuatro goles hasta el bocinazo final.

De este modo, el combinado nacional se plantaba por tercera vez en la final de un Campeonato Europeo, y, de paso, daba una lección de humildad al seleccionador rival, Wilbek, que antes del partido afirmaba que ganar a España sería "pan comido". Y ahora, ahora toca Francia, una gran selección, muy peligrosa, pero a la que ya ganamos en la fase previa por 29-16. Alea iacta est.