Leoneses y catalanes se tuvieron que conformar con el partido de consolación de la Supercopa después de convertirse en los grandes perdedores de esta décima edición europea y en donde el principal aliciente se centraba únicamente en saber quien se llevaría la victoria a tres días de un nuevo partido con lo mismos protagonistas y escenario con la Liga en juego.

El partido se desarrolló sin grandes sorpresas sabedores ambos entrenadores que el desenlace final se daría, salvo sorpresa, en los minutos finales en un partido donde el ex ademarista Juanín García centró la atención del partido y además se convirtió en uno de los mejores jugadores de este choque.

El Ademar, mientras, volvía a caer en los mismos errores que no le dejaban marcar el ritmo de partido y esos pasaban principalmente por un desacertado ataque estático (no hubo casi opciones de contragolpes) y una portería que ha demostrado a lo largo de toda la Supercopa que no atraviesa su mejor momento.

Mientras, Xesco Espar intentaba quitarse la espina del primer partido ante el Ciudad Real (27-31) y además aprovechaba para hacer numerosas pruebas de cara al partido importante del próximo miércoles de nuevo en León, aunque la baja de Iker Romero al descanso y la descalificación después de Zviez, dejaba al técnico catalán con mínimas opciones para hacer experimentos.

Segunda parte azulgrana

Con la mínima en el marcador del Ademar se llegaba al descanso (16-15), aunque el segundo tiempo tuvo color azulgrana ya que el equipo leonés no era capaz de marcar el ritmo del partido y tanto Alilovic como Jorge Martínez no colaboraron para remontar un partido que comenzaba a complicarse en el ecuador de este segundo tiempo donde Juanín se encargaba de marcar la diferencia.

Con mínimas ventajas de dos y tres goles se mantenía el Barcelona hasta el final, mientras que el Ademar no encontró la fórmula para ganar un partido que se presentaba fundamental para recuperar el estado anímico de un equipo que no atraviesa su mejor momento de juego.