González, que logró su segunda vitoria como profesional, se fugó bajando el puerto de El Connio, segunda de las dificultades montañosas de la jornada, y supo aguantar en la dura subida al Acebo los ataques que por detrás planteaban los líderes o los hombres que luchaban por la clasificación general. Una vez más, la etapa resultó muy movida, con constantes intentos de fuga en los primeros kilómetros de la misma.

Justo antes de comenzar el primer alto puntuable de El Pozo de las Mujeres Muertas, se formó en cabeza un grupo de 16 corredores, que se rompió en la subida a dicho puerto, coronando con una cierta ventaja el neoprofesional del Baqué Efraín Gutiérrez.

En la bajada, el asturiano Carlos Barredo, ganador de la etapa anterior, sufrió una caída, que se quedó en un mero susto, y fue alcanzado por el pelotón.

Efraín Gutiérrez, con tres minutos de diferencia sobre el pelotón, donde el Euskaltel seguía con su labor de desgaste en favor de su líder, Ibán Mayo, fue poco a poco perdiendo su diferencia, siendo alcanzado en el peligroso descenso hacia Cangas del Narcea por Francisco Mancebo, del Islas Baleares, y Jonathan González, que afrontaron con una ligera ventaja sobre el grupo principal las duras primeras rampas del Acebo.

Allí, un primer ataque de Samuel Sánchez, del Euskaltel, logró dar caza al corredor del Islas Baleares, pero Jonathan González supo administrar su ventaja mostrándose muy fuerte y plantándose en la meta con 20 segundo de ventaja sobre Ibán Mayo y 23 sobre Leonardo Piépoli, del Saunier Duval, llegando después un auténtico rosario de corredores.

El colombiano Félix Cárdenas hizo una subida muy inteligente, ya que partía en la etapa con 1 minuto y 24 segundos de ventaja sobre Mayo, por lo que supo correr con cabeza sin cebarse con los ataques del corredor vizcaíno, lo que le sirvió para hacerse con el maillot amarillo.