El tercer implicado es otro canterano

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El tercer implicado es otro canterano

El tercer implicado es otro canterano

Extrema discreción en las diligencias

El tercer implicado en el caso de acoso denunciado por una joven y que el pasado martes hizo público el diario La Vanguardia es otro canterano. Si bien los primeros nombres que vieron la luz fueron los del brasileño Thiago Motta y Óscar López, ayer se pudo saber que el tercero en discordia también es un jugador procedente de los equipos inferiores del Barcelona.

La joven en cuestión se llama Diana y vive con sus padres en Gavà (Barcelona), localidad donde también residen Motta y sus familiares. La chica, que había mantenido una relación con el centrocampista brasileño, se hartó de recibir llamadas telefónicas en las que voces anónimas proferían amenazas y expresiones de contenido sexual. Tras comentárselo a sus padres, éstos decidieron poner el caso en manos de un abogado, quien aconsejó presentar una denuncia policial.

Dichas llamadas fueron realizadas desde tres teléfonos móviles, dos de los cuales pertenecían a Motta y Óscar, mientras que hasta ayer se desconocía quién era el propietario del tercero. La policía sospechaba de otro integrante del primer equipo,ya que las llamadas se producían siempre en días coincidentes con las concentraciones de la plantilla, y fi nalmente ha trascendido que el tercer implicado es otro canterano.

Cautela. La policía está llevando el caso con gran discreción. El asunto lleva semanas siendo investigado, sin que nada se supiera. La cautela con que las autoridades están tratando el asunto es tal que, siempre según La Vanguardia, uno de los jugadores implicados fue citado a declarar en la comisaría donde se tramitó la denuncia (la del Eixample, en la calle Granada del Penedès) a partir de las diez de la noche del martes, para preservar su intimidad y que no fuera visto por nadie.

Habrá un juicio de faltas

En el peor de los casos, los jugadores del Barça denunciados por acoso tendrán que pagar una multa y de escasa cuantía, según fuentes consultadas por este diario. El asunto no está tipificado como delito, sino como una falta, de ahí que el castigo resulte poco relevante. El juicio podría celebrarse dentro de pocos días, una vez se hayan acabado de tramitar todas las diligencias del caso.