Se imaginan a un futbolista del Mallorca lanzándole una silla a Luis Aragonés y que éste le respondiera con un puñetazo? ¡Qué no diríamos y de qué proporciones sería el escándalo en nuestro país! Pues eso mismo ha ocurrido en el Newcastle entre el delantero Craig Bellamy y el segundo entrenador John Carver.
Es curioso como los clubes ingleses tienen gran facilidad para amortiguar casos desagradables como éste y que no tengan más importancia que el partido. Desde luego, en España sería al revés. El caso es que el incidente sucedió y fue en el aeropuerto de Newcastle antes de tomar el vuelo hacia Palma. Se desconoce si el origen del conflicto fue una discrepancia futbolística o sobre quién debía pagar la bebida del bar antes de subirse al avión. Pero lo que si se sabe es que la disputa tuvo una gran violencia, puesto que Bellamy (autor de uno de los goles y de los más destacados en el 4-1 de la ida) le tiró un silla a la cabeza a Carver, y éste le arreó un puñetazo. El incidente se va a saldar, en principio, con una multa de 88.000 libras para el jugador, según reveló ayer el rotativo inglés The Sun.
Así las cosas, el Mallorca, que sigue pensando sobre todas las cosas en la permanencia liguera, intentará el milagro con un equipo alternativo que se jugará el todo por el todo a pesar de que Luis Aragonés dará descanso a los más habituales. El técnico alineará un 3-4-3. Sin lateral derecho por la lesión de Olaizola y las sanciones de Edu Moya y Cortés, Luis mata dos pájaros de un tiro prescindiendo de un defensa, que no tiene, y apostando por un dibujo más arriesgado. El Mallorca buscará al Newcastle muy arriba, que de eso se trata ante una defensa francamente floja con el balón en los pies, con el objetivo de conseguir al menos un gol antes del descanso. Luego, a partir de ahí, que sea lo que Dios quiera.
Olaizola no pasará por el quirófano
El capitán rojillo Javier Olaizola no tendrá que ser intervenido quirúrgicamente, según le manifestó ayer el Dr. Aguilera, el mismo que le intervino la temporada pasada. "No habrá quirófano, pero me ha dicho que deberé llevar un yeso durante cuatro meses. Me ha dejado algo preocupado porque pensé que se trataría de llevar una férula y el yeso me impone respeto", señaló el jugador ayer en la SER. Olaizola no quiere hablar ahora de su continuidad en el club (acaba contrato el 30 de junio y tiene 34 años): "Lo único que me interesa es recuperarme lo mejor posible. Todavía no he pensado en le futuro, aunque si es verdad que si el partido del otro día fuese el último, no sería la forma más agradable de retirarse". El capitán, además, contestó las palabras de elogio que le brindó el técnico: "Yo también me quito el sombrero con el míster. Parece un tipo duro, pero vi como se le ablandó el corazón cuando le dije lo que tenía; se emocionó".
