Match-ball en Pamplona para el campeón de invierno, que deja de lado esa política de rotaciones utilizada en Copa y se la juega con toda su artillería para levantar un marcador sumamente peligroso (2-2) tratándose de El Sadar, de donde sólo han volado dos victorias y ambas por la mínima esta temporada (Valencia y Zaragoza). Allí hincaron la rodilla Deportivo y Atlético, entre otros, y se dejó dos valiosos puntos el Madrid. De ahí, que Benítez se agarre a Baraja, a Aimar y a Vicente para lograr la machada y prolongar el buen momento del Valencia a domicilio (el mejor de la Liga). Porque ya están las aguas bastante revueltas por Mestalla, con esa nueva crisis social, como para acabar con el sueño copero, del que tanto se espera este año.
Efecto Aloisi. Aguirre, que ya le dio un buen meneo al Valencia con su equipo menos habitual, tiene previsto hacer menos rotaciones de las previstas, aunque pierde a Webo, su pistolero de la Copa, y Moha, convocados por sus selecciones para la Copa de Africa. Apela al orgullo de los suyos e insiste el mexicano en que hay que desconfiar del preciado botín de la ida. Por si acaso, siempre le quedará el revulsivo Aloisi, martirio en Mestalla, que la enchufa cada vez que sale en el segundo tiempo. Asusta su promedio goleador en esta Copa: un tanto cada 18 minutos.
Pocas rotaciones en el Valencia, salvo la lógica entrada de Garrido por la banda derecha de no prosperar hoy mismo la suspensión cautelar solicitada a la primera amarilla de Curro Torres, y menos cambios de los previstas en Osasuna, que tanto se juega con el viento a favor. Vuelve la zurda endiablada de Vicente y el elegante Jorge López a su hábitat natural: la derecha. Arriba, el resolutivo Mista, al que le tienen que llover balones desde todos los costados.
Cortés, encargado de mediar con Benítez
A Pedro Cortés, adjunto a la presidencia, le ha encargado el Consejo de Administración que medie con el entrenador, Rafa Benítez, y el director deportivo, Suso García Pitarch, a la vuelta del partido de esta noche, para aplacar la nueva crisis social, después de las quejas del entrenador por la falta de respuesta del club para atender las solicitudes de fichajes consensuados por el propio Benítez y Pitarch. Ahora, el Valencia está molesto con el entrenador por sus críticas del otro día a Catalunya Ràdio. Durante el viaje a Pamplona de ayer por la tarde, el presidente Jaime Ortí, al frente de la expedición, apenas charló con su entrenador, aunque anunció su intención de hablar en privado con él para evitar que vuelva a mostrar su malestar por el funcionamiento del club ante la Prensa. No será ésta la primera vez que el presidente intente poner tranquilidad con el entrenador. Ya lo hizo en verano para intentar que su relación con Pitarch fuera correcta.
