El efecto Vidal no salva a Las Palmas

Segunda | Las Palmas 1 - Levante 2

El efecto Vidal no salva a Las Palmas

El efecto Vidal no salva a Las Palmas

CARLOS DÍAZ

El Levante ganó de forma cómoda pese a no jugar ni a mitad de gas

David Vidal tiene mucho trabajo por delante y parece imposible que los graves fallos estructurales de Las Palmas sean solventados sin refuerzos. Ayer, el Levante ganó sin despeinarse, a medio gas, haciendo lo justo, a un rival vulgar y triste.

El nuevo entrenador advirtió días atrás que habría tres o cuatro cambios de nombres en el once inicial, que podría a cada jugador en su posición natural. Cumplió con esto al poner un lateral izquierdo específico (Aridani), a Kily de lateral derecho (su puesto con Uruguay) y a Martel de interior derecho (donde mejor rinde). El cambio de estilo sólo funcionó 25 minutos, el tiempo justo para que el Levante calara las fuerzas del rival. Se vieron algunos destellos de calidad y ocasiones sueltas de Rubén y Carmelo. Las Palmas pudo marcar varias veces, pero delante estaba el Levante, que basa su soberanía en un portero y una defensa de categoría que no se dejan hacer goles con facilidad.

Fue Aganzo el que despertó al Levante a la media horita con un tiro al larguero, preludio del 0-1, producido en una de las habituales catástrofes defensivas amarillas. Se pusieron

las cosas muy difíciles para el equipo de Vidal, que desde ese momento hasta el fi nal del partido estuvo perdido, sin controlar el sentido del juego. Sin embargo, nunca dejó de tener ocasiones en las botas de Rubén ni de asombrar con las entradas de Momo por la izquierda.

Pero la batalla del medio del campo la ganó el Levante, que casi sin esfuerzo bloqueó a Jotha y José Antonio. Sandro y Rivera ni sudaron para imponer su ley y permitir que Congo martilleáse por la banda derecha y Aganzo por el centro. Gracias a la superioridad absoluta de esta pareja de delanteros llegó el segundo gol.

Las Palmas siguió incordiando, dando batalla a los centrales pelones del Levante, que escaparon sin demasiados inconvenientes pese a que Vidal metió más delanteros

con cada cambio. En los últimos minutos el balón siempre estaba cerca del área de Mora y gracias a ello se produjo el penalti que transformó Rubén, ya fuera de tiempo.