Comerse el turrón o no comérselo. Ésa es la cuestión de Flores en el Zaragoza, versión maña, con zambomba y pandereta, del Hamlet shakesperiano a las puertas que estamos del parón liguero. Algunos dicen que una victoria salvaría la cabeza de Flores, al menos de momento. Otros, que ni ganando 0-4 se libra el técnico catalán de la destitución, que los directivos zaragocistas aprovecharán sí o sí el impasse de la Navidad para pedirle a los Reyes Magos un nuevo inquilino de su banquillo. Pase lo que pase, echen a Flores o no, los aficionados blanquillos pasarán la blanca Navidad fuera de los puestos de descenso, después de la derrota de la Real en Anoeta.
Y de un técnico desahuciado en Zaragoza a otro querido, supervalorado y aspirante a hijo predilecto de Pamplona: Javier Aguirre. Su Osasuna se puede ir de vacaciones como el mejor de la historia en Navidad, con esos 27 que serían 30 puntos si logra la victoria esta tarde. Y lo que suena mejor: situado en puestos de Champions. Hace 23 años (1980) que los osasunistas no se comían las uvas en cuarta posición (y entonces eso sólo significaba ir a la UEFA). En 1990, acabaron el año quintos.
Aguirre sacará a los mejores que tiene, aunque no podrá recurrir al recambio de Webó, que no ha podido eludir la convocatoria de Camerún. El Zaragoza también saldrá a El Sadar de gala pues, justo cuando más se estaba criticando a otro con los días contados en La Romareda, Valbuena, recupera bajo los palos a Láinez. Él, Milito y los goles de Villa guardan quizá el secreto de la Navidad: ¿Se comerá el turrón Paco Flores?
El detalle: Vuelve Láinez por los fallos de Valbuena
Láinez regresa a la citación tras sus dolencias en el gemelo y tras los numerosos errores acumulados por Valbuena en los últimos partidos. Valbuena no ha aprovechado su titularidad de los últimos encuentros y en el último de Liga, contra el Albacete en la Romareda, fue gran culpable de que los tres puntos viajaran hacia tierras manchegas y se llevó una sonora pitada de la grada maña. En Salamanca tampoco estuvo fino y la recuperación de César Láinez, que comenzó la Liga y no ha tenido suerte esta campaña con las lesiones, ha mandado de nuevo a Valbuena a la suplencia.
19 años sin victoria maña
El Sadar no suele ser un campo propicio para el Zaragoza. Fue hace poco más de diez años cuando nació una enemistad que no se entiende entre dos regiones hermanas. Las cánticos contra la Virgen del Pilar, contra el ser aragonés, dolieron mucho en la tierra aragonesa. En estas condiciones, con un recibimiento tan hostil, se alcanza a entender que el Real Zaragoza lleve 19 años y 11 intentos sin vencer a Osasuna en Pamplona. Fue el 18 de noviembre de 1984, cuando el delantero croata Surjak gritó el gol que dio la última alegría aragonesa. Desde aquella lejana tarde, contando únicamente los partidos de Liga, los maños han perdido nueve encuentros y han empatado dos.
