Jonatan devoró a un Málaga perdido

Primera | Racing 4 - Málaga 2

Jonatan devoró a un Málaga perdido

Jonatan devoró a un Málaga perdido

Los cambios de Alcaraz propiciaron la gran remontada cántabra

Lleva el número 32. El mismo que Magic Johnson. Ayer demostró que también es un pelotero de categoría, de esos que hacen mejores a los que le rodean. Se llama Jonatan y ya deslumbró en su día a todos en Brunete. Él, junto a Morán y a Afek, logró lo que se presumía imposible: remontar un encuentro totalmente controlado por el rival. Los tres supieron plasmar a la perfección la inmejorable lectura del partido de Lucas Alcaraz en el descanso y devoraron al Málaga.

La primera mitad fue un monólogo del cuadro de Juande Ramos. El encuentro comenzó con una mano clarísima de Juanma a un disparo de Manu dentro del área. Pino Zamorano, muy, muy casero, se hizo el loco, como sus asistentes. En condiciones normales, otros equipos se lo hubieran comido, pero el Málaga, y el Racing también, son de esos conjuntos tan honestos que no protestan ni eso —algunos los tildarían de ingenuos, más aún cuando tampoco le dijeron casi nada tras la inexistente falta que valió el segundo gol local—. Tal vez porque la confianza que traían sólo les permitía pensar en jugar, marcar y llevar el partido a su parcela: que el Racing ataque, que nosotros ya defenderemos y mataremos en una contra o a balón parado. Pronto llevaron esta estrategia, gracias a la pizarra, a la práctica y Salva mojó la oreja a sus queridos ex compañeros. El partido se había puesto como querían, Arnau vivía muy tranquilo y Lucas se comía las uñas.

Pero lo que parecía que el Málaga prolongaría su racha triunfal y el Racing obtendría su tercera derrota consecutiva en casa, se vino abajo tras una jugada de ajedrez del técnico granadino: metió a Jonatan y a Afek por Diego Mateo y Regueiro. Morán se fue al doble pivote y Benayoun, que sin responsabilidad es mejor, a la izquierda. Estos cambios, el canterano Jonatan llevando la batuta, Morán en todos lados, Afek entrando por la banda y Bodipo inventándose faltas en la frontal obraron el milagro ante un Málaga dormido en la segunda parte.