Firmas ligadas a la junta cobran del club

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Firmas ligadas a la junta cobran del club

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aitor martín

Ugartetxe admite varios casos pese a la existencia de un código ético

En el informe auditado sobre la situación económica y financiera del Athletic que, de cara a la inminente asamblea general ordinaria, ha sido presentado a los socios se echan de menos algunas informaciones o aclaraciones que permitirían conocer con mayor precisión la gestión realizada. Así, la directiva que preside Ignacio Ugartetxe elude cualquier referencia a las operaciones que empresas o firmas ligadas a los miembros de la junta han realizado para el Athletic y cuya existencia ha admitido públicamente el propio Ugartetxe.

Esta omisión es especialmente grave por cuanto fue la propia directiva la que anunció a bombo y platillo durante la campaña electoral la suscripción de todos sus miembros de un código ético, cuyo objeto era precisamente evitar siquiera la tentación de que ningún directivo se pudiera aprovechar de dicha condición en beneficio propio o de sus familiares o amigos. El código ético es una figura que nunca antes se había dado en el seno del club, pero la actual directiva la introdujo como un elemento diferenciador respecto a la otra candidatura que concurría a las elecciones.

El presidente reconoció en un programa de televisión que sus empresas habían intervenido en las obras de Lezama. "Lo único que he hecho es poner al servicio del club alguna de mis empresas de una forma absolutamente desinteresada y hasta perjudicando a mi empresa", fue su respuesta ante los rumores que al respecto había en la calle. Pero no es el único caso, puesto que en una entrevista publicada ayer en Mundo Deportivo Ugartetxe declara sin empacho que el proyecto de viabilidad del nuevo campo ha corrido a cargo de Bearing Point, empresa a la que pertenece Carmelo Canales, vicepresidente primero.

Norman Foster fue escogido a dedo

En vida de Javier Uria, la directiva decidió que sería Norman Foster el encargado de llevar adelante el proyecto de la construcción del nuevo San Mamés sin sacar a concurso una obra de tamaña envergadura. Este procedimiento incluso provocó la protesta del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro. Bueno, pues resulta que Ignacio Ugartetxe es la persona que representaba los intereses del arquitecto inglés en Bilbao. El actual presidente participó activamente a las órdenes de Foster cuando éste y Santiago Calatrava diseñaron sendas maquetas como parte de la campaña de lanzamiento del nuevo campo.

Las cuentas de la Fundación no constan

La información en torno a la Fundación, el estado de sus cuentas, se antoja fundamental para conocer cuál es la verdadera situación económica del club. Sin embargo, la directiva no ha sido de este criterio y en la voluminosa memoria que ha distribuido entre los socios ni siquiera se hace una mención al respecto.

Se trata de una omisión extraña por cuanto se da la circunstancia de que diversos gastos que antes se abordaban con cargo a la cuenta de explotación del Athletic ahora corresponden a la citada Fundación. Por ejemplo, todos los relativos a la formación deportiva y educativa del proyecto Dena, los de ámbito cultural y los socio-deportivos.

Otro motivo que en principio hace aconsejable que los compromisarios dispongan de los números actualizados de la Fundación es que el club ha contribuido a la creación de dicho ente con una dotación inicial de 600.000 euros. Además, no puede obviarse la existencia de muchos socios que también han dado dinero y se han vinculado a la Fundación en calidad de ‘simpatizantes’.

En definitiva, el auditor debería haber hecho constar expresamente el conjunto de operaciones habidas entre el Athletic y la Fundación. Lo contrario va en detrimento de la transparencia que debería presidir la gestión. Así, resulta que la directiva rojiblanca maneja dos cajas y sin embargo únicamente informa de cuál es el estado de una de ellas.